Muy pocas mujeres que son víctimas de trata denuncian al llegar a España y, en ocasiones, las personas encargadas de la identificación de las víctimas no cuentan con “excesiva experiencia”. Esta es una de las principales conclusiones de una investigación europea que pretende prevenir el tráfico de mujeres y niñas nigerianas así como mejorar la lucha contra la trata. Precisamente, hoy es el Día Mundial contra la Trata de Personas.
‘BINIs- Best practices in tackling trafficking Nigerian Route’ es el nombre del estudio que forma parte del proyecto europeo liderado por la ONG italiana CISS. Movimiento por la Paz es la organización socia en España, y tanto la responsable del Área de Mujer de la entidad, Begoña Serrano, como la investigadora Marili Parissaki, han participado en su elaboración que se llevó a cabo entre junio de 2017 y enero de 2018.
Traumatizadas
Según explican, en España la mayoría de las víctimas de trata son nigerianas, al igual que la mayoría de detenidos. “En general” no denuncian su situación porque “llegan traumatizadas” debido al proceso migratorio en el que han sufrido abusos por el camino, entre otras cosas, señalan las dos expertas, que avisan de que se está fallando en el proceso de identificación de las víctimas, cuya competencia está en manos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Precisamente durante su última comparecencia, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, expresó que su departamento “hará una especial incidencia” en lo relativo a la lucha contra la trata de seres humanos y las mafias. Asimismo, el Pacto de Estado contra la Violencia de Género rubricado por el Parlamento contempla la necesidad de impulsar una ley integral de lucha contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual.
Serrano y Parissaki ven necesario un “refuerzo” en la lucha y prevención del tráfico de mujeres y niñas nigerianas y, con ese objetivo, reclaman una mayor colaboración entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y las organizaciones especializadas en trata, así como con las asentadas en Nigeria; una mayor capacitación de los actores involucrados en la identificación y más sensibilización de la sociedad española sobre la gravedad de esta realidad.
Periodo de reflexión
Según destacan, la trata nigeriana es “compleja” principalmente por la “coacción psicológica que sufren las víctimas mediante su creencia en el vudú y magia negra”. Asimismo, “la humillación, el desvalimiento, la pérdida de confianza o el miedo a las represalias” son algunos de los motivos por los que las víctimas no denuncian.
“Llegan traumatizadas y lo único que quieren es trabajar y ganar dinero, o no denuncian porque están instruidas por los tratantes y la idea de que si denuncian caerán repercusiones severas sobre ellas por incumplir con su contrato, que es contraído mediante juramentos rituales”, precisan.
Aparte de la falta de iniciativa para denunciar, las expertas sostienen que debe ampliarse el ‘período de reflexión’ (de 90 días) que se da a las víctimas para decidir si denuncian o no. Asimismo, hacen hincapié en que falta experiencia entre las personas que realizan la identificación.
Respecto a la protección de las víctimas, Serrano y Parissaki inciden en que el miedo les impide pedir ayuda y recibir protección. “Es difícil proteger al que no quiere ser protegido”, enfatizan. No obstante, creen que se puede mejorar “entendiendo sus necesidades y respetando sus creencias”.
