La defensa permitió ayer al Deportivo recuperar el pulso y conseguir su primera victoria de la temporada. Fue contra el Espanyol y en el partido en el que Miguel Ángel Lotina se jugaba el puesto.
El preparador buscó en su memoria y recuperó una receta que ya le había funcionado en 2008. Así, no dudó en cambiar de sistema, volver al pasado y desplegar una zaga de cinco hombres.
Paradójicamente, los gallegos lograron tres tantos en un encuentro en el que destinaron numerosos efectivos a la contención. Al rival se le atragantó la estrategia local y nunca se sintió cómodo sobre el césped de Riazor.