El Gobierno municipal socialista logró ayer que el pleno del Ayuntamiento aprobara su proyecto de Presupuesto para 2014, tras más de cuatro horas de debate y sin la tensión, salvo episodios muy puntuales, de otras sesiones. El equipo de Gobierno que encabeza Pedro Arahuetes no necesitó más que los votos de sus 12 concejales para que la cámara aprobara el Presupuesto de 2014, pese al voto en contra de los 11 ediles del PP presentes ayer en la cámara municipal. La abstención del concejal de IU, Luis Peñalosa, y la ausencia del edil popular José Antonio Garvía, facilitaron la tarea a los socialistas. No fue necesario, como algunos presumían, el voto de calidad del alcalde para deshacer un hipotético empate.
Incrustada la aprobación del Presupuesto en la sesión ordinaria del mes de enero -el PP quería un pleno monográfico-el debate del programa económico absorbió cuatro de las casi seis horas que duró la sesión plenaria. La experiencia dice que en los plenos no suele cambiarse nada de lo ya aprobado previamente en la comisión informativa. Como quiera que Peñalosa (IU) ya había anunciado, semanas atrás, a través de este diario, que no pondría obstáculo a la aprobación del Presupuesto y que se abstendría, el PP ya sabía que su batalla estaba perdida. Y, es de suponer, que también sospechaba que, como así fue, PSOE e IU, iban a rechazar sus 19 enmiendas al Presupuesto. Los grupos políticos se habían encargado de trasladar a la opinión pública en los días previos, en conferencia de prensa, su postura sobre el Presupuesto. Y ayer, en el pleno, no hicieron más que repetir números, cifras y porcentajes, a los que se sumaron críticas y reproches ya conocidos.
Una extensa intervención del alcalde y los eternos monólogos de los expertos económicos de PSOE y PP, Alfonso Reguera y Juan Antonio Folgado —separados por un breve descanso de quince minutos que concedió el regidor— sirvieron de preámbulo a la votación del dictamen. No fue necesaria una segunda votación, pese al voto en contra y en bloque del PP, y el Presupuesto se aprobó con el respaldo de los escaños socialistas; un programa económico que se cifra en 62,6 millones de euros, con un incremento del 4,4%, debido a la capacidad de endeudamiento del Ayuntamiento – que pedirá un préstamo por importe de 2,5 millones para acometer inversiones—, según indicó Arahuetes en su intervención.
Arahuetes confesó que el Presupuesto de 2014 había sido «el más difícil» de elaborar en sus casi 11 años de alcalde ante la escasez de recursos y las limitaciones normativas del Gobierno de la Nación que suponían, a su juicio, un atentado contra la autonomía local.
Afirmó que era «el mejor Presupuesto posible que hemos podido elaborar»; al cumplir la máxima de «hacer más con menos». Según el alcalde el Presupuesto está condicionado por las normas establecidas por el Gobierno de Rajoy que «penalizan la autonomía local hasta llegar casi a su intervención». «La aplicación de la Regla de Gasto, de los límites de Deuda o la obligatoriedad de no generar déficit (..) lastran definitivamente la capacidad de crecer y desarrollar nuevas inversiones en aquellos municipios como el de Segovia con capacidad para poder afrontar nuevos programas», dijo Arahuetes. El alcalde llegó a decir que el Ayuntamiento de Segovia había hecho de la austeridad su «seña de identidad» y que era «de los mejores saneados de España». Indicó además que el consistorio segoviano, que no se había acogido a ninguno de los Planes de pago a proveedores del Gobierno, finalizó el ejercicio 2013 con una aplicación del presupuesto del 94,83% y un endeudamiento del 72,11%, con la previsión de bajarlo al 69,06% al 31 de diciembre de 2014.
El alcalde se quejó además de que no se distingía entre las diferentes situaciones de estabilidad de unos y otros Ayuntamientos, tratando de la misma manera a aquellos con serios problemas (como puedan ser los de Madrid o Valencia) con aquellos con economías «saneadas, serias, eficaces y austeras», como es el caso, recalcó, de Segovia). Tras indicar que gracias a las medidas de Rajoy, los segovianos no podrán contar con otros 30 millones de euros, el alcalde apuntó que obras que podían estar ya empezadas o terminadas, como el Teatro Cervantes o el CAT, dependen de la «voluntad» de las administraciones gobernadas por el PP.
Por tanto, reitero, éste es el mejor presupuesto posible a pesar de las medidas de Rajoy que claramente perjudican a los segovianos.
Arahuetes calificó de «sangrante» las limitaciones de déficit, ya que mientras Estado y Comunidades Autónomas tienen posibilidad de generarlo, los ayuntamientos tienen el objetivo de déficit 0%.
«La solución al déficit de las Administraciones Públicas la estamos pagando los ayuntamientos, que no somos los culpables y somos las únicas administraciones que estamos obligados a mantener la estabilidad presupuestaria y a generar superávit en sus cuentas», añadió.
Arahuetes apuntó que la elaboración del Presupuesto había sido una «obra de ingeniería» que permitirá, según dijo, mantener todos los servicios, todo el empleo -tanto municipal como en las empresas que prestan servicio en la ciudad- y todos los programas que desarrollan las concejalías, que habían hecho un «importante esfuerzo de contención». Con posterioridad, el alcalde llegó a decir que las enmiendas del PP eran un «canto al sol», una «justificación para no votar a favor». «¡Cómo van a votar el presupuesto de los socialistas¡ Eso sería una barbaridad», ironizó Arahuetes, quien, no obstante, indicó que en algunas propuestas el PP «puede llevar razón, pero para eso está la modificación presupuestaria, que se hacen muchas al año».
Respuesta del PP
El discurso del alcalde no convenció al PP, que vio, en primer lugar, como PSOE e IU sumaron votos para rechazar las 19 enmiendas con las que los populares pretendían ajustar gastos corrientes y destinar 1,17 millones más a inversiones, reforzar los servicios sociales y el movimiento asociativo vecinal.