Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho alcanzaron un acuerdo unánime, tras vencer las últimas resistencias de Polonia, sobre los nuevos objetivos de la UE en materia de energía y cambio climático de aquí a 2030 con el fin de mantener el liderazgo mundial en la lucha contra el calentamiento global.
El compromiso incluye un recorte obligatorio de al menos el 40% de las emisiones de CO2 (respecto a los niveles de 1990), una cuota de renovables del 27%, que será vinculante a nivel de la UE pero sin metas para los Estados miembros, y un objetivo del 27% de eficiencia energética con carácter meramente indicativo.
Además, los líderes europeos se comprometen a impulsar las interconexiones eléctricas hasta alcanzar el 10% de la capacidad instalada en 2020 y el 15% en 2030, tal y como reclamaban España y Portugal. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, explicó que este objetivo no es vinculante, pero resaltó que se ha encargado a la Comisión que “vigile” los progresos para que se cumpla y facilite financiación.
“Lo que decimos, y esto es lo más importante, es que aprobaremos los proyectos que hagan posibles estas interconexiones del sector privado o del sector público si es necesario”, dijo Van Rompuy en rueda de prensa. “La Comisión vigilará los progresos e informará al Consejo Europeo sobre todas las posibles formas de financiación, incluyendo de la UE” para garantizar que se cumpla el objetivo.
Satisfacción
El Gobierno español expresó su satisfacción con este compromiso por considerar que reconoce el problema que supone ser una “isla energética” y que por primera vez implica al Ejecutivo comunitario como árbitro, por ejemplo si hay problemas entre España y Francia.
Por su parte, el presidente francés, François Hollande, reconoció que “no hay que dejar a España y Portugal en una situación de aislamiento” y que “los objetivos fijados, del 10% (de interconexiones), corresponden al interés común de Europa”.
No obstante, avisó de que “hay que respetar las reglas medioambientales para el transporte de la electricidad, en las líneas de alta tensión” y abogó por lograr inversiones “imaginativas” que podrían dedicarse en parte para soterrar algunas líneas. “Haremos reuniones entre Francia y España y Portugal para tratar mejor esta cuestión”, anunció Hollande.
Objetivos
Con este acuerdo la UE pretende dar seguimiento al triple objetivo que se fijó para 2020 (20% de recorte de emisiones, 20% de renovables, y 20% de ahorro energético), mantener su liderazgo mundial en la lucha contra el cambio climático y sentar las bases para un acuerdo internacional en la cumbre que se celebrará en París en diciembre de 2015.
“No ha sido fácil, pero hemos logrado alcanzar una decisión justa”, dijo Van Rompuy en rueda de prensa, en la que destacó que el acuerdo es “ambicioso” pero también “eficiente en costes”. “El cambio climático es uno de los grandes retos de la humanidad. Se trata de una cuestión de supervivencia”, apuntó.
A su juicio, el acuerdo de la UE aportará un “mensaje positivo” a las negociaciones internacionales sobre cambio climático y también servirá para reforzar la seguridad de suministro. “Con la crisis en Ucrania y las turbulencias en Oriente Próximo, ha quedado muy claro lo urgente y lo vital que es reducir la dependencia energética de la UE”, alegó.
