Son las terceras Normas Urbanísticas desde que el año 1955 la corporación municipal de esa época decidiera regular suelo. Normas Urbanísticas que siempre han sembrado la discordia en su contenido. Las de hoy tampoco son ajenas y ya en la aprobación inicial contaron con el voto en contra de los concejales de la oposición aunque “participamos de muchas cosas de su contenido porque son lógicas en la adaptación a las normas sacadas por la Junta, pero de otras no”, como manifiesta el portavoz del grupo socialista, Juan José Maroto tras una charla informativa sobre el tema en cuestión.
Para Maroto, el avance urbanístico que se presenta por el equipo de Gobierno municipal recoge una excesiva ampliación de suelo urbano urbanizable al destinar unos 300.000 metros de carácter urbanizable y otros 62.000 de suelo urbano, con una proyección para construir 900 viviendas.
En su criterio esta ampliación conllevará a los propietarios de la superficie afectada a pagar una contribución urbana que “desde el año 2007 a este del 2013 esta corporación va a subir en un 50 por ciento en total, entendemos que esta ampliación tiene una finalidad recaudatoria porque las expectativas de construcción en el tiempo no son buenas y además a ello se suma que la edificación esta sujeta al desarrollo de un plan parcial, lo que implica que directamente no se puede construir si no es de acuerdo entre las parcelas que determinen ese sector”, explica Maroto.
Entre las consideraciones que no comparten se encuentra también el hecho de pasar suelo rústico a urbano industrial sin cesiones de ningún tipo, donde se significa una parcela de 100.000 metros cuadrados .
Tampoco encuentran explicación ni a la supresión de la variante de circulación, ni que la zona de Renfe se someta a un plan parcial con otras parcelas, así como la excesiva ampliación de 300.000 metros cuadrados de zona rústica destinados a suelo urbano industrial. por cuya calificación pasaran a cotizar por contribución urbana.
Para el grupo de la oposición tampoco tiene sentido el determinar en el casco urbano que la construcción sólo pueda realizarse en parcelas superiores a 250 metros cuadrados.