La resolución del caso de la mujer que desapareció el pasado mes de septiembre, Rosa María de Andrés Moreno, de 47 años, parece estar más cerca. Así lo ven y lo esperan los vecinos y familiares de la mujer, sobre la que se han difundido numerosos rumores en los últimos días a falta de información oficial.
Sin embargo, la detención de cuatro personas por su posible implicación con el caso ha dado cierto alivio al hecho de que se pueda esclarecer lo ocurrido. Algunos vecinos y familiares añadían ayer en un bar que su deseo es que también ello permita «hacer justicia».
Hace tres meses que Rosa María de Andrés desapareció de su domicilio en La Higuera, localidad perteneciente al Ayuntamiento de Espirdo. Ella era natural de Abades. En ambos pueblos los comentarios giraban en torno a las detenciones practicadas. En todo caso en Abades su alcaldesa, Magdalena Rodríguez, aseguraba no saber «nada nuevo». Menos calma había en La Higuera, donde varios vecinos manejaban la posibilidad de que la Guardia Civil se hubiera llevado detenida a una pareja de extranjeros por su posible relación con el caso.
Desde la Subdelegación del Gobierno en Segovia tampoco se ha facilitado ningún detalle del suceso apelando al secreto sumarial decretado por el Juzgado número 3 de Segovia, que instruye el caso, y que habría ordenado practicar las detenciones. Tan sólo se han confirmado los arrestos.
Y aunque nadie ha confirmado todavía que el cadáver encontrado el pasado 2 de noviembre en un paraje de Lastras del Pozo, semienterrado, correspondía a la desaparecida, ya nadie duda de que los resultados de ADN han arrojado datos válidos para la investigación.
De las cuatro personas que hasta ahora pueden estar implicadas en el suceso, algunas han ingresado en el centro penitenciario de Segovia, mientras una mujer, de nacionalidad extranjera, se encuentra en la cárcel de Brieva, en Ávila.
Los equipos de investigación continúan trabajando para esclarecer lo ocurrido el pasado 5 de septiembre, en que se denunció la desaparición de Rosa María, y los días anteriores. Al parecer y de forma un poco sorprendente, ella vendió su turismo un día antes. Ella estaba separada y en paro, por lo que participaba en un curso de formación en el centro del Inem que hay en El Espinar. Anteriormente había estado trabajando en Segovia capital para un despacho de abogados y también en un hotel como recepcionista.
A comienzos de noviembre, dos meses después de la desaparición, un pastor encontró el cuerpo sin vida de una persona en un paraje aislado de Lastras del Pozo, localidad próxima a Abades, el pueblo natal de la desaparecida. Todo apuntaba a que los restos, que se encontraban en avanzado estado de descomposición correspondería a Rosa María. Un equipo de la Guardia Civil de Madrid tomó muestras y las envió para su análisis de ADN. El resultado ha dado positivo.
