Los vecinos de San José expresaron ayer su malestar con la ejecución de las obras de reurbanización de la calle Tomasa de la Iglesia, la primera actuación que se ejecuta al amparo del Área de Rehabilitación Integral (ARI) del barrio segoviano.
El presidente de la asociación de vecinos, Francisco Gil, expresó ayer su indignación por lo que considera una mala ejecución de la obra, que no atiende, además, a las peticiones efectuadas por el movimiento vecinal. La principal demanda entre residentes y comerciantes de la zona, según Gil, es que no se vuelva a colocar adoquín como pavimento de la calle. “No queremos adoquín, es pan para hoy y hambre para mañana, no hay especialistas que sepan poner bien el adoquín y, la verdad, al cabo de 40 años, si la primera inversión que se hace es ésta, mejor que no hagan nada, porque al final es solo un lavado de cara”, apuntó.
Gil reclamó al Gobierno municipal que “escuche” a los vecinos y no permita, según apuntó, “que se hagan chapuzas”, en el sentido de que, según apuntó, “vemos como se extiende tierra y, sin compactar, se echa el hormigón, y eso es una chapuza, como otras que estamos viendo”, dijo.
El representante del movimiento vecinal aseguró que los operarios que trabajan en la obra “van ahora a toda carrera y haciendo chapuzas por todos los lados”. Gil insistió en que lso vecinos no quieren que se pavimente la calle con adoquín, algo que, según dijo, comparte la mayoría de los vecinos, que están pensando incluso, según dijo, convocar algún tipo de protesta o manifestación. “No queremos adoquines, esto no es el casco histórico”, recalcó.
Y es que, según apuntó, no existe ningún acuerdo con los vecinos sobre el proyecto de reurbanización de la calle, mientras que “queremos concertar una reunión, hemos mandado ya un escrito en este sentido, y aún no tenemos respuestas”.
Las obras de pavimentación y renovación de servicios de la calle Tomasa de la Iglesia, en el barrio de San José, con un presupuesto cercano a los 100.000 euros, comenzaron el pasado 15 de junio. El ambicioso plan de rehabilitación del popular barrio segoviano contempla una inversión global de 8,4 millones de euros, y supondrá la rehabilitación de 416 viviendas.
