Con la llegada del nuevo año, una nueva fiscalidad entra en vigor. La presión fiscal en 2015 será algo más benevolente, también a nivel local, quizá por aquello de tratarse de un año electoral. Los contribuyentes votarán en las municipales y autonómicas de mayo y en las generales, a final de año. Y aunque los gobernantes niegan un presunto interés electoral, lo cierto es que a las puertas de los comicios siempre se cumple la máxima de una rebaja o congelación de impuestos.
La mayoría de tributos que cobra el Ayuntamiento, entre tasas, impuestos y precios públicos, no experimentan este año 2015 ningún incremento, salvo excepciones, aunque, ciertamente, de cierto calado. A partir de ayer, 1 de enero, se impone, como norma general, la ‘congelación fiscal’. Sin embargo, la tasa de agua y el IBI serán los dos tributos que han experimentado incremento con la llegada del nuevo año.
El resto del medio centenar de figuras impositivas que cobra el Ayuntamiento permanecen invariables. La ‘congelación tributaria’ , salvo de la tasa de agua y del IBI, que se aplica con la llegada del nuevo año es un reflejo de las Ordenanzas Fiscales para 2015 que el pleno aprobó, el pasado 1 de octubre, con el voto favorable de PSOE, el rechazo del PP y la abstención de IU.
Con posterioridad, los socialistas rechazaron, en la sesión del 29 de noviembre, las alegaciones presentadas al texto. Las ordenanzas recibieron alegaciones de un particular, de la AIHS y del propio grupo municipal PP, y en las que los populares reclamaron, sin éxito, la congelación de la tasa de agua y que la bonificación de los recibos del IBI pasase del 3,5% al 5%. Rechazadas las alegaciones o reclamaciones en aquella sesión, el texto quedo aprobado de forma definitiva y entró en vigor ayer, 1 de enero.
En síntesis, los segovianos van a pagar más en 2015 por el IBI y por el consumo de agua. Para un consumo medio, la factura del agua se incrementa en el entorno de los 10 euros al año y el IBI sube para el 73% de los contribuyentes, aquellos que tienen el recibo domiciliado, algo más de un 3%; aunque más de un 6,3% para el resto.
El precio del resto de tributos —tasas, impuestos y precios públicos— no experimentará ningún incremento, si bien el Ayuntamiento cobrará el próximo año alguna tasa nueva, aunque de escasa repercusión en las arcas municipales, como la que gravará el uso de las bicicletas de alquiler municipales. El Ayuntamiento mantendrá las bonificaciones en el IBI, el IAE y el ICIO, ampliándolas al comercio situado en el entorno de la Plaza de Somorrostro y el paseo Ezequiel González, entre la estación de autobuses y la rotonda de la estatua de Cándido. El Ayuntamiento espera recaudar 34.345.531 euros, 820.128 euros más (un 2,39%) que en el ejercicio de 2014.
El concejal de Economía y Hacienda, Alfonso Reguera, mantiene que las ordenanzas implican una “subida moderada y realista” de la fiscalidad que permitirán al Ayuntamiento atender sus necesidades financieras y garantizar la prestación de servicios a los ciudadanos. El también titular de Urbanismo recalca que la mayoría de los tributos experimentarán una subida “cero y subraya que “una rebaja fiscal provocaría el encarecimiento de los servicios y su pérdida de calidad”.
El titular de Hacienda argumenta la ‘congelación fiscal’ para 2015 en que este año, por ley, no se puede implementar una subida conforme al IPC interanual de agosto (criterio aplicado por el Gobierno municipal en los últimos años) sin realizar un «exhaustivo estudio» de costes de cada uno de los servicios en relación con el tributo correspondiente que se cobra al ciudadano. Al no poder aplicar una subida conforme al IPC sin esos estudios, el Gobierno municipal ha optado por la congelación fiscal, según explica Reguera, que niega un presunto afán electoral en la medida.
El Gobierno municipal mantiene que la fiscalidad en Segovia se sitúa, en la mayoría de los tributos, en la media de España o incluso por debajo. A este respecto, durante la presentación, en conferencia de prensa, de las Ordenanzas Fiscales para 2015, la propia alcaldesa, Clara Luquero, echó mano del ranking tributario de 2013, para señalar que, en el caso del tipo impositivo del IBI, Segovia se situaba en el puesto 42 de 52 provincias; mientras que en el IAE ocupaba el lugar 33 y en el IVTNU (Plusvalía) el número 37.
En las antípodas del planteamiento del Gobierno municipal se ha situado el PP, para el que no era necesario incrementar la presión fiscal a los segovianos, porque bastaría con aplicar “un riguroso programa de austeridad en los gastos y de eliminación de los despilfarros superfluos”, según indica su viceportavoz, Juan Antonio Folgado.
Subida abusiva
Los populares han llegado a afirmar que la alcaldesa Luquero “ha metido la mano en el bolsillo de todos los segovianos” con lo que consideran una “abusiva subida de impuestos y tasas fiscales” para 2015, que supone, en términos generales, según los cálculos del PP, un aumento de la fiscalidad municipal en torno a un millón y medio de euros, que representa un aumento anual del 4,2% por término medio a todos los ciudadanos.
El PP considera que el Gobierno municipal socialista ha subido la cuota de depuración del agua por metro cuadrado, que ha pasado de 0,297368 a 0,4313 euros, lo que supone un aumento anual del 45% por este concepto. La repercusión media en el recibo del agua en 2015 va a estar en torno al 13,5% de aumento respecto al recibo del agua del año actual, indican los populares.
Con esta subida, según subrayan los populares, Segovia se situará como una de las capitales de provincia de Castilla y León con unas tarifas de agua “más gravosas para los ciudadanos, familias y empresas”, según un estudio comparativo realizado por los populares, aplicando las tasas contenidas en las páginas web de las nueve capitales de provincia de la región.
Con respecto al IBI, el PP subraya que 2015 el incremento del recibo— como consecuencia de la actualización de los valores catastrales, aprobada en 2009— estará por término medio en torno al 6,3% anual, lo que supone “un aumento considerable de la presión fiscal”.
