A diferencia de veranos anteriores, en los que bien por sucesos luctuosos o en algún caso por grandes incendios forestales, este año los tres meses veraniegos han sido calificados de “sosegados” por el fiscal jefe de Segovia, Antonio Silva, quien recuerda que la provincia no se caracteriza por importantes variaciones en la actividad de los tribunales de Justicia.
En su opinión, los últimos años han mostrado parámetros muy parecidos conforme a la carga trabajo soportada por la Fiscalía provincial de Segovia. “Pueden registrarse variaciones en el número de diligencias o de asuntos que concluyen en sentencias, pero no más allá de un 4 ó un 5 por ciento y, en ocasiones, se ha debido a que en algunos juzgados se han producido vacantes que han tenido que cubrirse por jueces sustitutos”, según Silva.
El panorama delictivo de la provincia “es muy repetitivo”, señala el principal responsable del Ministerio Público en la provincia, aunque admite que la crisis económica sí ha motivado algunas variaciones en aspectos concretos como los robos con violencia o incluso la violencia de género, además de un repunte de los hurtos en el medio rural.
La situación económica está detrás del aumento de los robos con violencia, un 25% más de diligencias previas el año pasado, en relación con 2011, y un ligero incremento de este tipo de delitos también en el primer semestre de este año, al pasar de 26 a 27, en este caso con datos del Ministerio del Interior. Silva sostiene que en la provincia no se están produciendo, como ocurrió en los noventa, atracos en oficinas bancarias o gasolineras, pero sí el típico tirón de bolso o robos en establecimientos comerciales. “No se trata de cifras alarmantes pero sí han aumentado desde 2007”, señala el fiscal jefe.
Otro cambio que la recesión económica ha generado, en base a la actividad de los tribunales segovianos, es un cambio en el perfil del maltratador. La Fiscalía de Segovia informa de que antes de la crisis en gran parte de los casos de violencia de género que se producían en Segovia había implicados ciudadanos extranjeros y, dentro de estos, predominaban los marroquíes, posiblemente por motivos culturales.
Sin embargo en la actualidad hay tantos casos entre extranjeros como españoles, lo que Silva explica porque las circunstancias económicas familiares influyen en las situaciones de maltrato y también en el hecho de que las víctimas permanezcan en el domicilio por falta de recursos.
La Memoria de la Fiscalía de Segovia de 2012 indica que el año pasado aumentaron las diligencias previas por lesiones y maltrato familiar relacionadas con violencia de género o doméstica, un incremento del 3,7 por ciento.
En cuanto al a violencia de género, las diligencias incoadas por maltrato ocasional fueron casi un centenar, otras 16 por maltrato habitual, siete por lesiones, 46 por amenazas, 24 por coacciones, 39 por quebrantamiento de una medida cautelar, 16 por quebrantamiento de condena, cuatro por impago de pensiones y una por detención ilegal. En 57 ocasiones la víctima era cónyuge, en 35 expareja de hecho, en 31 pareja de hecho, en 28 excónyuge y en 21 había una relación de noviazgo.
Además se ejecutaron 86 sentencias relacionadas con maltratos a la pareja: En 16 casos la condena fue el ingreso en prisión y en 42, trabajos en beneficio de la comunidad.
Por otros casos de violencia doméstica se incoaron 26 diligencias (la mayoría por maltrato ocasional. 22 víctimas eran hijos del agresor, seis eran los progenitores y dos eran nietos.
Por el contrario, el fiscal jefe señala que en la actualidad son más escasas las actuaciones judiciales relacionadas con la actividad económica, como determinadas estafas o la falsificación de documentos. Sí se ha disparado el número las empresas en quiebra que piden o entran en concurso de acreedores.
En el terreno casi anecdótico se encuadran las diligencias abiertas por cuestiones como sustracción de menores (sólo una en 2012), abandono de niños (1), fabricación de armas biológicas (1) prostitución de menores (1) o delitos de lesa humanidad (1).
