El ex ministro de Justicia, famoso por sus caricaturas, tiene presente la necesidad de movilizar a su electorado para evitar una previsible elevada abstención, y acusa al PP de intentar llevar la campaña a temas que desincentiven el voto. Por ello, en cada respuesta ataca al contrario y busca diferenciarse. Hoy se vuelve a ver las caras con Mayor Oreja en la televisión, esta vez en Antena 3 y con la recién casada -con el antiguo líder del PP catalán, Josep Piqué- Gloria Lomano como moderadora. Puede que esta noche se hable más de Europa que de aviones o trajes…
En el ecuador de la campaña electoral, el cabeza de lista por el PSOE, Juan Fernando López Aguilar (Las Palmas de Gran Canaria, 1961), se esfuerza por alejar el debate de las cuestiones nacionales y reafirmar una vocación europeísta que va más allá de la economía y que él quiere situar en lo que supone ser ciudadano de la UE.
¿Qué balance hace de la campaña hasta ahora?
El PP no está hablando de Europa, solo de España y mal, porque lo único que le preocupa y motiva es el Gobierno. No confía en el futuro y, por eso, su discurso es de pasado, y como no confía en la ciudadanía teme más los votos que la abstención. Nosotros estamos hablando de Europa porque Europa nos ha hecho mejores y, además de fondos de cohesión e inversiones, también son las personas y, por tanto, nos afecta y nos importa. Yo estoy haciendo la campaña más movilizadora y sudando la camiseta con un propósito: derrotar el lugar común y el pronóstico de que el Viejo Continente interesa poco y mostrar que somos nosotros y, así, nos interesa, nos afecta y nos corresponde decidir el 7 de junio qué queremos.
El PP presenta las elecciones como unas primarias, ¿tiene dificultades para confrontar el programa europeo con los candidatos de este partido?
El PP tiene un único motivo: el poder. Por eso, no está hablando de los problemas de los españoles, salvo para explotarlos. No aporta ninguna propuesta. No tienen respuestas a la crisis y los socialistas decimos: vamos a salir de ella, y vamos a salir mejores y sin la ayuda del PP.
El lema de su campaña Este partido se juega en Europa no se ve en la práctica porque apenas se conocen las propuestas y se habla más de que Zapatero hace campaña en un avión privado, del caso Gürtel o de la gripe. ¿Qué se puede hacer para desterrar esto de la campaña?
Es lo que yo estoy haciendo -y el PSOE-. Lo vimos en el debate, el candidato Mayor habló de la familia en peligro; de la unidad de España en peligro; de la lengua española amenazada; de la interrupción voluntaria del embarazo. Habló desde concepciones que no son mayoritarias en España y, por tanto, no deben serlo en las urnas. Pero yo hablé de espacios de libertad, justicia y seguridad; hablé de ciudadanía, de cooperación al desarrollo, de mancomunar esfuerzos para rescatar a África; hablé de política exterior europea y hablé de la Presidencia española: igualdad, innovación y sostenibilidad, que es la estrategia para mejorar el modelo productivo que está promoviendo el Gobierno de España.
¿No cree que el poco entusiasmo electoral se debe también a que la gente solo ve que se tiran los trastos unos a otros?
No, no. Yo practico una política con mayúsculas, que es en la que creo; la que hago con toda la dignidad que puedo y esto me lleva a levantar la cara cuando escucho decir que sólo se habla del avión o de corrupción. No. De eso es lo que habla en el PP para desmotivar a los ciudadanos, para no tomar en serio lo que está en juego, que es nuestra ciudadanía como europeos. Si ellos hablan de eso, el PSOE replica, pero ésta no es nuestra agenda de campaña. La corrupción pandémica corroe al Partido Popular, y es él el que debe responder de ella. Su hipocresía y su doble moral se pone de manifiesto una vez más con este asunto del avión, porque emplea recursos públicos en los mítines. Éste no es el debate, sino que Europa debe cambiar de rumbo a partir del 7 de junio. Ha estado escorada a la derecha los últimos años y esto ha significado que la UE, que había sido fuente de buenas noticias durante muchos años para los españoles en equipamientos, infraestructuras, fondos de cohesión, PAC y OCM del vino, ha empezado a serlo de malas noticias e inquietantes amenazas a nuestras prestaciones sociales y a los derechos de nuestros trabajadores.
¿La crisis económica pasará factura al Gobierno de Zapatero el 7 de junio?
Eso querría el PP, y lo pide a gritos, pero los españoles no le dan la razón. El Gobierno de España se decidió hace un año y democráticamente los españoles pusimos en La Moncloa a José Luis y en la oposición, a Mariano. Ahora, decidimos el rumbo de Europa y los españoles han madurado en democracia y su sabiduría conoce que Zapatero no es el causante de esta crisis y que esta crisis no ha nacido en España. Por eso, el PP resulta patético intentando culpar a Zapatero de la crisis, como si Alemania no estuviese en una recesión que triplica a la española, como si en la Unión Europea no hubiese recesión en las principales economías de la zona euro. Y lo más detestable en el PP es ver cómo exhiben impúdicamente su frustración porque los trabajadores no le hacen una huelga general a Zapatero como se la hicieron a Aznar. Aznar se ganó a pulso la huelga general porque en tiempos de bonanza perpetró un decretazo contra los trabajadores, contra las prestaciones sociales y liquidando los salarios de tramitación. Pero yo he marchado con los sindicatos y con los trabajadores el 1 de mayo y he visto afectos y reconocimientos por el Gobierno de Zapatero, porque los trabajadores no culpan a Zapatero de la crisis, pero sí aprecian que haya dicho que ni un paso atrás de los derechos de los trabajadores. Ahora más que nunca vamos a redoblar el esfuerzo en salarios mínimos y pensiones y en avance social, precisamente porque estamos en crisis.
