Los titiriteros Alfonso Lázaro y Raúl García solicitaron al juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno que les devuelva el pasaporte y levante su obligación de comparecer a diario en los juzgados y no abandonar España, argumentando que se trataba de una obra de “ficción” y recordando que el creador de la película ‘Días Contados’, no fue imputado por el hecho de que su personaje protagonista, interpretado por Carmelo Gómez, expresara “Gora ETA”.
Los miembros de la compañía ‘Títeres desde Abajo’ presentaron un recurso contra las medidas cautelares que el magistrado les impuso tras acusarles de un delito de enaltecimiento del terrorismo y otro contra los derechos fundamentales al entender que “fomentaron el odio” y su obra constituyó “a priori un modo de promover la violencia”.
La defensa, que cree que estas medidas resultan “absolutamente incompatibles” con el riesgo de fuga que el juez reconoce que ha quedado “muy mermado”, mantiene que las marionetas que escenificaban el ahorcamiento de un juez, el apuñalamiento de una monja o la muerte de un policía respondían al “clásico binomio literario agresión inicial injusta/venganza reactiva”.
Señala que las acciones violentas eran consecuencia de actos “afrentosos” previos que los personajes habían cometido y que “no pueden ser desgajados sin alterar el sentido y devenir de la obra creada por los artistas investigados”. Agrega que no se ejecutaron contra ningún colectivo protegido por el artículo 510 del Código Penal, que castiga la incitación al odio por razón de etnia, enfermedad, género u orientación sexual.
En cuanto al pequeño cartel con el texto ‘Gora Alka-ETA’ mostrado en la obra ‘La bruja y Don Cristóbal’, advierte de que si el mensaje fuera enaltecedor, “con independencia del contexto en el que se difunde, todos los medios de comunicación que lo han reproducido por su evidente interés noticioso”, lo habrían cometido, así como el propio abogado de los acusados, lo cual descarta por ser “absurdo”.
“Llegados a este punto, podemos encontrarnos con supuestos en los que un personaje de ficción alaba a un grupo terrorista, como ocurre en el film ‘Días Contados’ sobre ETA en la que el actor Carmelo Gómez representa a un miembro de dicha banda terrorista y, finalizando una conversación telefónica, exclama: ‘¡Gora Euskadi! ¡Gora ETA!’”.
La defensa recuerda que la cinta obtuvo varios premios Goya, incluyendo el galardón al actor como protagonista que “obviamente” no fue detenido ni imputado así como tampoco lo fueron los miembros de su equipo, y advierte de que lo relevante es si el creador de la obra buscaba enaltecer a la banda o simplemente “recrear una situación de ficción en la que el personaje adopte tal rol”.
La Fiscalía y las víctimas del terrorismo, a favor de la decisión del juez.- En sendos escritos, tanto el fiscal Pedro Rubira como la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) solicitan mantener las medidas impuestas a los acusados.
La AVT entiende que han “banalizado” el uso de la violencia y “justificado”, aunque sea de manera implícita, su utilización contra jueces o policías “como respuesta a una agresión inicial supuestamente injusta”.
A su juicio, el argumento de su obra teatral “desprende un sentimiento de odio hacia los colectivos representados que haría justificar el uso de la violencia contra ellos” y la “supuesta intencionalidad de denuncia social” y el juego de palabras que suponía la leyenda ‘Gora Alka-ETA’ no destipifica la conducta como un delito de enaltecimiento del terrorismo.
A este respecto, recuerda la “abundante” jurisprudencia que ha condenado el uso de la expresión ‘Gora ETA’, “lo que hace que necesariamente los representantes de la obra de títeres tuvieran conocimiento, aunque solo fuera a un simple nivel vulgar, de las consecuencias jurídicas que la exhibición de dicho cartel”.
