Con frío y bajas temperaturas, los representantes de la Plataforma Sindical y de Asociaciones Profesionales de Empleadas y Empleados Públicos de Segovia llevaron ayer a cabo una jornada más de protesta en los denominados «viernes negros», que en esta ocasión tuvieron el ámbito educativo como objeto de las reivindicaciones de los funcionarios.
La sede del Centro Integrado de Formación Profesional de Nueva Segovia fue el escenario elegido para la protesta, en la que se dieron cita cerca de una treintena de representantes sindicales que hicieron pública su protesta vistiendo las camisetas de color negro que dan nombre a esta iniciativa ante la fachada del centro educativo.
Los sindicalistas expresaron su malestar por la actitud de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León, que está aplicando criterios «inasumibles» en el diseño de las plantillas que, en su opinión, hará muy poco viables especialidades como la Formación Profesional debido al aumento de horas y a la disminución del número de profesores.
Todos los sindicatos coincidieron en expresar sus quejas sobre la Ley Organica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) que ha propuesto el Gobierno, de la que criticaron los criterios «mercantilistas y competitivos» que establece para la gestión de los centros, así como el escaso papel representativo que se dota a los Consejos Escolares, que pasan a ser meros órganos consultivos.
Asimismo, expresaron sus críticas hacia aspectos como la labor de los directores de los centros marcada en la ley, así como la escasa dotación que hasta el momento se establece para la implantación del nuevo marco
legal.
Los sindicatos anunciaron su intención de mantener el calendario de movilizaciones previsto con el fin de expresar el rechazo general de los funcionarios a los recortes, así como a la pérdida de calidad de los servicios que estas medidas llevarán aparejadas
