Las explicaciones dadas por el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Javier López-Escobar, sobre los motivos y consecuencias de la unificación del Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) de la capital y el Punto de Atención Continuada de la zona Segovia Rural, han acrecentado la indignación del personal sanitario afectado por la medida.
Un amplio grupo de trabajadores de los dos centros sanitarios mantuvieron ayer una reunión en la que también participaron representantes del Sindicato Médico de Segovia (CESM-Segovia) y del Sindicato de Enfermería SATSE. En la reunión, los trabajadores dejaron claro que no dan por válidos ni consideran reales los argumentos expuestos el miércoles en rueda de prensa por el delegado territorial e incluso hicieron referencia a varias “mentiras”. Aseguran que hay más de tres localidades que con el cambio de ubicación quedan más alejadas del centro de urgencias, y superarán los tiempos de respuesta de 30 minutos para acercarse, en algunos casos, a los 45 minutos. El presidente del Sindicato Médico de Segovia (CESM), Enrique Guilabert, sostuvo ayer en declaraciones a este periódico, que los profesionales afectados consideran que los espacios destinados a este servicio no reúnen las condiciones adecuadas para mantener unos mínimos de calidad, y “no ven que la fusión vaya a traer ninguna mejora para los usuarios”.
Enrique Guilabert indicó que los profesionales sanitarios están estudiando acudir a la vía judicial para paralizar el plan dirigido a unir los servicios de urgencia que en conjunto atienden a más de 77.000 personas de la capital y de la provincia. “No van a aceptar este cambio y van a luchar para evitar que se lleve a cabo”, señaló el representante sindical.
