Los restos mortales del militar Mario Hernández Mateo, de 34 años, que falleció el jueves tras la explosión ocurrida en Hoyo de Manzanares, recibirán sepultura esta tarde, tras una misa-funeral que comenzará a las cinco de la tarde.
Las dificultades para completar las autopsias a los cadáveres de los cinco militares fallecidos habían obligado a retrasar los entierros, entre ellos el de Mario Hernández Mateo, que será trasladado desde Madrid al cementerio de Zarzuela del Pinar.
La familia del joven militar había expresado su deseo de que el entierro tuviera lugar en el pueblo, el cual visitaba a menudo, y donde también se encuentran enterrados sus abuelos.
Mientras, el Ayuntamiento de Zarzuela mantiene las banderas a media asta con crespones negros como señal de duelo por tratarse de una persona muy integrada en el municipio y vinculada familiarmente.
El sargento Mario Hernández, de 34 años de edad, falleció junto a otros cuatro compañeros al explotar varios artefactos durante unos trabajos de adiestramiento de desactivación de explosivos en las instalaciones de la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares, en Madrid. En el mismo suceso murió el también suboficial Sergio Valdepeñas Martín; el cabo Miguel Ángel Díaz Ruiz; el sargento Víctor Manuel Zamora, y el cabo Javier Muñoz Gómez.
Antes del funeral en Zarzuela, se celebrará por la mañana uno conjunto por los cinco militares fallecidos en la base de la Brigada Acorazada XII en El Goloso, al que acudirá el Príncipe don Felipe.
Además, desde el Ministerio también se ha informado de que los cinco militares fallecidos recibirán, también hoy domingo, a título póstumo, la Cruz al Mérito Militar y Naval con distintivo amarillo. Esta distinción se les impondrá durante el funeral que comenzará a las 13:00 horas.
Según el Observatorio de las Fuerzas Armadas, los cinco militares estaban realizando el ejercicio de voladura de munición controlada. Las minas anticarro llevaban el detonador que se suponía se había retirado antes de iniciar las prácticas.