La Comisión Territorial de Patrimonio, reunida ayer en la Delegación, bajo la presidencia del delegado territorial Javier López-Escobar y, entre otros asuntos, emitió informe sobre las medidas a desarrollar para la conservación del inmueble ubicado en el número 5 de la Plaza Mayor de la capital, edificio del antiguo Hotel Victoria. La consulta fue planteada por sus actuales propietarios, a la vista de los resultados arrojados por control arqueológico realizado sobre los movimientos de tierras necesarios para la ejecución de las obras de consolidación del inmueble.
La memoria técnica de la actividad arqueológica llevada a cabo concluyó que se habían podido documentar las distintas fases de ocupación del edificio, desde época romana. Entre los restos conservados en el subsuelo, destacan las dos fases de ocupación romana identificadas, las estructuras de una vivienda de los siglos XV-XVI, y los restos del claustro del Convento de Mínimos y sus dependencias anejas.
Ahora, a la solicitud realizada por la propiedad, la Comisión Territorial informa que, entre otras medidas, estima imprescindible para la conservación de los restos arqueológicos que se encuentran actualmente semi cubiertos, y localizados en patio posterior de la finca, balizar e instalar medidas de seguridad suficientes en torno a las áreas excavadas, instalar una cubierta ligera sobre los restos arqueológicos y evitar la entrada de aguas pluviales en los sondeos.
Por otra parte, respecto a la conservación de las estructuras murarias y otros elementos arquitectónicos pertenecientes al patio renacentista y a las dependencias del antiguo Convento de Mínimos, las actuaciones a llevar a cabo deberían incorporar a las trazas de la nueva edificación estas estructuras que aún se mantienen, protegiendo aquellos que no puedan incorporarse.
En relación al futuro proyecto constructivo, en el que se quiere plantear el uso del nuevo espacio localizado de la bodega y del uso bajo rasante del patio posterior, la protección del patrimonio cultural exige que los accesos que se requieran para estos espacios no supongan la eliminación o modificación de alguna de sus características. Cualquier decisión estará condicionada por la localización y estado de conservación de los restos arqueológicos existentes, de cuya importancia da buena cuenta el trabajo arqueológico ya realizado. La propuesta arquitectónica que se presente deberá adecuarse a este hecho y, para ello, la única solución posible que cabe contemplar es la excavación arqueológica en área de los espacios libres correspondientes al patio, con el fin de poder hacer la valoración completa del contenido arqueológico y su importancia.
