Los resineros se han ofrecido a la Junta de Castilla y León para realizar trabajos silvícolas durante los meses en los que están desempleados. Tal oferta fue presentada por la presidenta de la Asociación Nacional de Resineros, Francisca Jurado, y el secretario, Guillermo Arranz, al consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, en una reunión recientemente mantenida, a la que también asistió el procurador del PP por Segovia José María Bravo.
En el transcurso del encuentro, del que los resineros salieron, según sus propias palabras, “muy esperanzados”, expusieron a Suárez-Quiñones una serie de reivindicaciones, entre ellas la de la necesidad de mantener el ancestral vínculo entre los lugareños y el monte. La Asociación Nacional de Resineros sacó a relucir ese asunto en respuesta a las licitaciones que deslocalizan trabajo del ámbito rural. A su entender, esa política genera “viejos resineros crispados”, al ver cómo se quedan en el paro. En ese mismo sentido, el colectivo liderado por Jurado advirtió a Suárez-Quiñones de los especuladores que están llegando al sector de la resina, entendiendo como tales a aquellos que se han quedado con pinos y luego los subarriendan a precios superiores. Y también se criticó a los “sinvergüenzas”, que se están quedando con grandes lotes de pinos para coger trabajadores extranjeros, a los que pagan ‘en negro’ y sin estar dados de alta en la Seguridad Social.
Jurado y Arranz quisieron recordar al consejero la situación de “indefensión” en la que se encuentran los resineros ante los incendios, como el recientemente acaecido en Nieva. Numerosos resineros perdieron su pinos, el trabajo que llevaban realizado esta campaña, la miera, la inversión realizada en material e incluso —en un caso— el vehículo. En esta tesitura, recordaron que actualmente “no hay compañías aseguradoras que aseguren la actividad resinera en caso de incendio, o las cuotas son enormes en relación a los ingresos”.
La Asociación Nacional de Resineros pidió a Suárez-Quiñones crear ayudas a nivel autonómico para hacer frente al alto coste de los seguros actuales y compensar pérdidas; declarar ‘zonas catastróficas’ a aquellas que hayan sufrido un gran daño; y reconsiderar la figura del resinero, de forma que sea tratado como titular de una explotación agraria.
Por otra parte, en el encuentro los resineros sostuvieron que los pliegos de condiciones de los aprovechamientos resineros se encuentran “obsoletos”, con clausulas sin sentido, y que convendría su pronta actualización. En ese sentido, presentaron a Suárez-Quiñones un documento explicativo de las clausulas que, a su entender, debían ser revisadas.
Otros asuntos que también se abordaron durante la reunión por parte de los resineros fue el de la conveniencia de crear un registro de explotaciones forestales. Por último, informaron de robos en los pinares, estimando que el número de agentes medioambientales y el SEPRONA resulta insuficiente para atajar dicho problema, grave, al igual que el de las extorsiones, revelando que en Valladolid hay individuos que recorren los montes pidiendo dinero para que no se produzcan efectos indeseados para los resineros.
