Los separatistas del este de Ucrania manifestaron su disposición a que las regiones de Donetsk y Lugansk sigan perteneciendo a Ucrania, pero defendieron que se les debería dar un “estatus especial”.
El viceprimer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Andrei Purgin, realizó estas declaraciones a su llegada a Minsk, donde se reunió ayer el conocido como Grupo de Contacto, en el que participan el expresidente ucraniano Leonid Kuchma representando informalmente a Ucrania, el embajador ucraniano en Kiev y un representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
“Este es el comienzo del proceso. Hoy no esperamos que haya avances importantes”, afirmó Purgin a su llegada al lugar del encuentro, según informaron las agencias de noticias rusas. “Hemos venido con propuestas para buscar un terreno común y poner fin a la guerra y la muerte”, añadió.
En concreto, Purgin señaló que los separatistas aspiran a la cesión de competencias tales como una política comercial exterior propia que les permita integrarse en la Unión Aduanera Euroasiática, una zona de libre comercio formada en 2010 y que incluye a Rusia, Bielorrusia y Kazajistán.
Esta demanda choca de plano con las aspiraciones de integración en la UE de Kiev, que ya suscribió un acuerdo de asociación y un acuerdo de libre comercio con el bloque comunitario.
Intervención militar
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, aseguró ayer que Rusia no va a intervenir con medios militares en Ucrania a pesar del agravamiento del conflicto entre el Gobierno central y las milicias separatistas del este del país. Kiev denuncia en cambio la presencia de fuerzas militares rusas en suelo ucraniano ayudando a los separatistas.
“No va a haber una intervención militar. Apoyamos exclusivamente una resolución pacífica de esta compleja crisis, de esta tragedia. Todo lo que hacemos busca impulsar iniciativas políticas”, afirmó, según recoge la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
Sergei Lavrov reprochó en cambio la postura del presidente ucraniano, Petro Poroshenko, que consiste básicamente en que los separatistas “entreguen las armas y sean destruidos”.
“Es necesario sentarse y dialogar y no quedarse estancado en demandas ilusorias sobre la entrega de las armas de la milicia y que se dejen destruir. El plan de paz de Petro Poroshenko significa justo eso”, argumentó.
En cuanto a la postura de Estados Unidos y la UE y la imposición de sanciones contra Rusia, Lavrov expresó su deseo de que las relaciones “vuelvan al camino de la cooperación”.
“Estamos seguros de que las relaciones con Estados Unidos y la UE deberían, tienen que volver al camino de la cooperación pragmática basada en el respeto igualitario y mutuo, pero para conseguirlo, por supuesto, es necesario poner fin a la política sin altura de miras de las amenazas, los ultimatums y las sanciones”, indicó.
Sanciones
Por otro lado, la canciller alemana, Angela Merkel, reconoció ayer que aplicar nuevas sanciones a Rusia podría afectar a la economía alemana, pero defendió que no hacer nada ante la agresión de Moscú en Ucrania “no es una opción”.
“He dicho que (las sanciones) pueden tener un impacto, también en las empresas alemanas”, dijo en rueda de prensa en Berlín. “Pero he de decir que también hay un impacto cuando se permite a uno mover fronteras en Europa y atacar a otros países con tus tropas”, añadió la canciller.
