Con la finalización, ayer, de los trabajos de remodelación del Parque de Maquinaria de la Diputación de Segovia ubicado en término municipal de Palazuelos de Eresma, concluye el proyecto planteado a inicios de esta legislatura de renovar las instalaciones de los tres parques de la provincia. Si primero se intervino en el de Sepúlveda, después llegó el turno al de Cuéllar y, finalmente, al situado en Palazuelos.
La nave donde aparcan las máquinas de la Diputación, de 1.800 metros cuadrados, ha estrenado nueva imagen. Con un coste de 28.000 euros, se han colocado un rótulo de la instalación, perfectamente visible desde la carretera de Segovia al Real Sitio de San Ildefonso. De igual forma, se ha acondicionado la fachada, sustituyendo las antiguas y deterioradas estructuras por otras nuevas. “Se da una imagen más actual del Parque de Maquinaria”, resaltó el arquitecto Juan Antonio Miranda.
Amén de esta intervención, en la rotonda de acceso al Parque de Maquinaria se ha colocado una apisonadora estática HMS de motor diesel tipo 40, con número de serie 342, fabricada por Instalaciones Industriales Bilbao en 1928. “La abuela”, como así era conocida por los empleados de la Diputación, fue adquirida de segunda mano por la institución provincial en 1930 para acondicionar caminos y carreteras, y estuvo en uso hasta 1989, cuando fue sustituida por otra máquina más moderna.
José Luis Galán, jefe que fue del Parque de Maquinaria, repasó la trayectoria de “La abuela” desde su compra, señalando que en 1932 su conductor era Antonio Vírseda, a quien acompañaba un ayudante. Curiosamente, éste último llegó a ejercer de chófer del presidente de la Diputación a inicios de los años 70, cuando ostentaba el cargo Modesto Fraile.
El actual presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, quiso ayer rendir “un pequeño homenaje” al personal de Vías y Obras que se encarga del mantenimiento de la red provincial de carreteras, de 1.234 kilómetros. Vázquez advirtió que esa red es más extensa que la autonómica y la estatal. En la actualidad, Vías y Obras suma un total de 70 trabajadores.
El ingeniero jefe de Vías y Obras, Joaquín García, explicó que la superficie provincial está estructurada en tres zonas, dependientes de los parques de maquinaria de Segovia (en rigor, Palazuelos), Cuéllar y Sepúlveda. Cada uno de esos parques se encarga del mantenimiento de cerca de 300 kilómetros de la red provincial de carreteras. Por lo que respecta a los medios materiales, los parques de Cuéllar y Sepúlveda cuentan con un camión de bacheo, mientras que el de Segovia dispone de tres (dos para carreteras y uno para municipios). En cuanto a motoniveladoras, la Diputación suma tres máquinas. De acuerdo a las explicaciones ofrecidas por García, la Diputación gasta anualmente, en el mantenimiento de la red provincial de carreteras (áridos, sal…), cerca de 650.000 euros, cantidad a la que habría que añadir los salarios de los trabajadores.
Un pleito resuelto
Sobre una de las naves propiedad de la Diputación ubicadas en las inmediaciones del Parque de Maquinaria pesaba una sentencia judicial que ordenaba su derribo. Sin embargo, según reveló ayer el diputado de Acción Territorial, José Luis Sanz Merino, la Diputación ha impulsado una modificación puntual de las normas urbanísticas para legalizar esa construcción, en la actualidad utilizada para labores de archivo. “Estamos en la última fase de la tramitación; el Ayuntamiento de Palazuelos ha hecho esta semana la última actuación al respecto”, señaló Sanz Merino. Ahora, será la Junta de Castilla y León, a través de la Comisión de Urbanismo, quien deba pronunciarse. “Esperamos que apruebe definitivamente la modificación puntual, que conllevaría la legalización de la instalación”, agregó Sanz Merino, quien reconoció que el pleito, que se arrastra desde 2005, se produjo como consecuencia de que ese año “la situación no era todo lo correcta que debía de ser”. El diputado provincial subrayó que el auto del juez admite que si se produce una modificación puntual de las normas urbanísticas no sería necesario hacer el derribo.
“No se ha producido ninguna situación rara, ni esto es una actuación especulativa —insistió Sanz Merino—, lo que se ha hecho es intentar no dilapidar fondos públicos y legalizar la edificación, para que tenga la consideración de suelo urbano, porque la realidad es que es suelo urbano, con todos los servicios”.