El desencanto y la tristeza se apoderan de infinidad de hogares españoles que no saben qué hacer ni dónde acudir para lograr un empleo. El consumo se restringe al máximo y se junta el dinero familiar para alimentar una situación de supervivencia. Y, por si no tuvieran bastante, el borrador del decreto que incluye las medidas laborales más urgentes del pacto social, que el Gobierno aprobará hoy, especifica que la nueva subvención de 400 euros para los parados que han agotado todas las prestaciones no podrá ser cobrada por quienes ya han percibido la actual de 426 euros.
Esa ayuda, llamada Programa Temporal de Protección por Desempleo e Inserción (Prodi) finalizaría el próximo día 16, aunque el acuerdo con los agentes sociales contempló su sustitución por una nueva prestación algo inferior y sujeta a nuevas condiciones para la formación de los desempleados.
Aunque son distintos programas, el Ejecutivo ha decidido que haber percibido la primera asistencia es incompatible con cobrar la segunda, a pesar de que algunos grupos, como Izquierda Unida, hayan pedido que no excluya a nadie. El borrador recoge, además, las exigencias de los sindicatos ante el contrato temporal a tiempo parcial que se crea para combatir el paro juvenil.
El texto señala que las empresas que se acojan en las bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social estarán obligadas a mantener el nivel de empleo y, si no lo hacen, deberán devolver la parte que se han deducido.
El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, señaló el pasado miércoles que el Ejecutivo había acordado con los grupos segregar la aprobación del paquete global de reforma de las políticas activas de empleo, de manera que hoy el Consejo de Ministros solo aprobará un decreto ley que regula el conocido como plan de choque por el empleo, y que comprende las medidas laborales más urgentes.
Sin embargo, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, señaló que ve precipitada la aprobación de este programa, ya que «quedan dudas» sobre cómo va a funcionar el nuevo plan de asistencia a los desempleados sin cobertura.
Por otro lado, sgún el indicador AML de Afi-Agett de febrero, los 2,1 millones de parados de larga duración no se situarán en niveles previos a la crisis, «como mínimo», hasta dentro de una década, dada la tendencia «mínima» de creación trabajo.
El número desempleados en el país que no encuentran ocupación desde hace un año ha aumentado en 1,7 millones de personas.
