Siete días quedan para las elecciones municipales del 24 de mayo, unos comicios que pueden terminar con el bipartidismo imperante desde la instauración de la democracia, si se hace caso a las numerosas encuestas que estos días poblan los medios informativos y las sedes de los partidos.
En la ciudad de Segovia hay, por primera vez en la historia reciente, once candidatos a la Alcaldía, muchos de ellos nuevos en estas lides, como Luis Sanz, candidato del PSeDE, y Fernando Aranguren, cabeza de lista de Segoviemos; y otros, viejos conocidos del mundo político pero en partidos nuevos, como es el caso de Andrés Vicente, que este año se presenta por Vox.
Las propuestas de estos nuevos partidos, que buscan entrar a formar parte del equipo de Gobierno del Consitorio segoviano, son diversas entre sí, ofreciendo así a los ciudadanos nuevas posibilidades de voto.
Por ejemplo, el PSeDE defiende la idea de que las personas están por encima de las ideologías, de modo que “nuestra ideología es el segovianismo”. También consideran desde este nuevo grupo que su entrada en el Ayuntamiento sería importante para conseguir una regeneración política, que se les antoja imprescindible, y aseguran que llevaran una gestión totalmente transparente de las administraciones públicas.
En cuanto a la plataforma ciudadana Segoviemos, su programa plantea que el centro geográfico de la ciudad de Segovia sea también su centro neurálgico y propone para ello ubicar en los terrenos de la Base Mixta infraestructuras como la estación de autobuses, el Palacio de Congresos, apartamentos sociales, un gran aparcamiento y una galería comercial.
Por lo que se refiere a Vox, la candidata a las Cortes en Segovia, Susana Merino Solana, anunció hace unos días que su intención es retirar el impuesto de sucesiones, donaciones, patrimonio y modular el IBI a la baja, porque “el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos”.
