Rusia devolvió a su unidad en Ucrania a cinco militares que fueron detenidos en su territorio tras cruzar la frontera, según informó una fuente de los servicios de seguridad rusos a la agencia de noticias Interfax.
Los cinco uniformados formaban parte de un grupo de 300 militares y guardias fronterizos que Ucrania aseguró que se vieron obligados a cruzar la frontera durante los combates con los separatistas prorrusos del pasado lunes.
La mayoría lograron regresar a Ucrania aunque las fuerzas de seguridad rusas informaron el viernes de que cinco de ellos fueron detenidos como sospechosos de haber bombardeado zonas civiles en el este de Ucrania y por disparar contra Rusia.
“El traslado del jefe del batallón de la Brigada 72 de sus cuatro subordinados tuvo lugar en la noche del sábado al domingo”, explicó a Interfax una fuente de los servicios de seguridad rusos. La entrega de los cinco militares ucranianos se realizó en el puesto de control de Chertkovo, en la frontera de Ucrania con la provincia de Rostov.
Un portavoz militar ucraniano aseguró en Kiev que los cinco militares formaban parte de un grupo de 18 uniformados contra los que Rusia abrió una investigación. Además, afirmó que hay 28 guardias fronterizos ucranianos que permanecen detenidos.
Misión humanitaria
El ministro de Exteriores de Rusia, Sergéi Lavrov, anunció el inicio de conversaciones a múltiples bandas con Kiev, Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para enviar ayuda humanitaria inmediata al este de Ucrania.
El beneplácito de Kiev será esencial para legitimar la misión a los ojos de Estados Unidos y sus aliados que ya avanzaron que no permitirán una misión de este tipo encabezada por Rusia sin el permiso de Ucrania, enzarzada en duros combates contra separatistas prorrusos en Donetsk.
Por ello, Lavrov declaró que “la prioridad en estos momentos es alcanzar un acuerdo con el lado ucraniano, el CICR y las agencias humanitarias de Naciones Unidas para enviar ayuda humanitaria” a Luhansk y Donetsk, según el ministro ruso.