La imagen que hoy ofrece la fuente de San Martín es, prácticamente, la misma que pudieron contemplar, en el siglo XIX, quienes asistieron a su inauguración. Los leones que dan nombre a la popular fuente, obra de Francisco Bellver y Collazos, han «rejuvenecido» un siglo gracias a una profunda «cirugía estética» de restauración, que se ha dirigido a todo el conjunto ornamental. Las obras, presupuestadas en 7.280 euros y financiadas por la Concejalía de Patrimonio, han sido ejecutadas, durante los últimos tres meses, por Restaurograma Hispania S.L, una empresa segoviana con amplia experiencia en trabajos de conservación y restauración de bienes culturales.
El alcalde, Pedro Arahuetes, junto con las concejalas de Patrimonio, Claudia de Santos, y de Vías y Obras, Paloma Maroto, comprobaron ayer el resultado de la restauración de la fuente, «quizá la más emblemática de la ciudad», según indicó De Santos. En el acto también estuvo presente el concejal de IU, Luis Peñalosa, uno de los más firmes defensores de la restauración de este conjunto, que había acelerado su deterioro en los últimos años.
La fuente de los Leones está formada por un pilón de granito de 3,5 metros de diámetro. En el centro se sitúa una pilastra de piedra caliza, que soporta la figura de dos niños sujetando un pez que lanza un chorro vertical de agua. En el eje, a un lado y otro de la columna central, aparecen dos leones de plomo fundido de cuyas fauces emergen los chorros de agua. Este conjunto se encontraba muy deteriorado debido, fundamentalmente, a los efectos de los agentes externos, contaminación y fenómenos meteorológicos, unido a la oxidación del metal por el agua, a las características de los materiales empleados en su construcción, al uso inadecuado de la fuente, y, como no, a los actos vandálicos. Todo ello hacía necesario una completa actuación con la que recuperar la belleza inicial de la fuente.
De Santos precisó que las obras habían supuesto el desmontaje completo de la fuente. «Había elementos en mal estado, suciedad y muchas intervenciones de rejuntado con cementos que ha habido que eliminar en aras a conseguir mayor estanqueidad de la fuente», dijo.
Piedra deteriorada
Los elementos, en apariencia, más deteriorados eran los leones de plomo, que se han restaurado «con un resultado magnífico», si bien, según precisó la concejala, existía «mucho deterioro en la piedra, no solo en el granito, sino también en la piedra caliza, que estaba muy fisurada». «Se ha arreglado todo, se han repuesto volúmenes perdidos e incluso se ha colocado alguna piedra que faltaba», añadió.
En concreto, el proyecto de restauración ha incluido desde la limpieza integral de la fuente, eliminando las manchas existentes en la piedra, a la retirada de morteros y cementos, pasando por la recuperación de las piezas de plomo de las figuras de los leones que estaban muy deterioradas. Por último, se ha actuado para prevenir el desgaste de la piedra y la pérdida de volumen, y se ha impermeabilizado la parte interior del pilón.
De esta manera, se han subsanado los problemas detectados como el ensuciamiento por depósito de óxido de hierro, la conservación del plomo de las figuras de los leones que sufrían roturas y aplastamientos, las fisuras y juntas en mal estado, y la falta de estanquidad del pilón.
«Confiemos en que el arreglo nos dure», dijo De Santos, en referencia a la última agresión que ha tenido la fuente, en la noche del sábado al domingo, y que a punto ha estado de arruinar la restauración recién acabada. Los vándalos aprovecharon la retirada de las vallas que rodeaban la fuente para trasladar a su interior dos grandes maceteros procedentes de un establecimiento próximo, que estrellaron en su interior. «Ha sido una suerte de que esas macetas al tirarlas no hayan dañado los leones, que hubiera sido muy fácil, estaríamos hoy pensando cómo arreglarlo, que no es sencillo, esta fuente requiere un tratamiento muy especializado de restauración», añadió.
