Sólo en el caso de los títulos a diez años, que sirve de referencia, los mercados dan un respiro al país tras descender hoy ligeramente a un interés del 8,09 %, después de haber tocado ayer, con siete días consecutivos al alza, el 8,10 %.
En medio de la crisis política que vive Portugal por la renuncia, hace una semana, del Gobierno socialista de José Sócrates, el mercado secundario, según fuentes lusas del sector, penaliza también los bonos a dos y tres años con los intereses más altos desde la creación del euro, del 8,17 % y el 8,78 % respectivamente.
El anuncio hecho hoy por la agencia de calificación Moodys sobre la posibilidad de que vuelva a bajar notas de solvencia crediticia en la zona euro elevó además el nerviosismo en Portugal, que se dio rápidamente por aludido tras los recortes que sufrió en la última semana por parte de las otras dos grandes agencias de notación.
Moodys, que cortó en dos niveles la nota lusa hace tres semanas, advirtió el pasado viernes que de momento no iba a tomar nuevas medidas aunque mantenía a Portugal en vigilancia con perspectiva negativa.
En cambio Standard and Poors volvió a bajar el martes la nota de la deuda portuguesa, que dejó en «BBB-«, sólo un nivel encima de la consideración de «bono basura», tras haberla recortado otros dos niveles cinco días antes
Portugal reconoce que su déficit en 2009 y 2010 fue mucho mayor. Portugal reconoció hoy que su déficit fiscal fue muy superior a lo anunciado oficialmente en 2009 y 2010 por las pérdidas de grandes empresas públicas de transporte y de un banco nacionalizado, que no se habían incorporado aún a sus cuentas.
El ministro de Finanzas luso, Fernando Teixeira dos Santos informó hoy de que, con esas partidas, que ya eran conocidas por las autoridades europeas y estaban pendientes de clarificación contable, el déficit fiscal del año pasado queda en el 8,6 %, y no el 7,3 % que había anunciado el Gobierno.
En el caso de 2009, el déficit luso se ajusta ahora en el 10 % y no el 9,4 % en que se había situado lo que implica, al igual que en el ejercicio siguiente, que Portugal no cumplió los compromisos presupuestarios que había anunciado.