Los hermanos de Alfonso Basterra aseguraron que el ordenador portátil del acusado de matar a su hija Asunta estaba en su piso de Santiago durante el registro policial que se efectuó a los pocos días del hallazgo del cadáver de la menor, el 21 de septiembre de 2013 en una pista forestal de Teo. “Eso fue lo más llamativo: el ordenador ni lo tocaron ni se lo llevaron ni nada”, afirmó por videoconferencia José María, el hermano de Basterra, que, pese a no estar presente en dicho registro, sí supo de estas circunstancias a través de su hermana Rosa, según su propia declaración.
La hermana, por su parte, respondió afirmativamente a las preguntas de la abogada de Alfonso acerca de si éste les pidió tanto a él como a su hermano que colaborasen con los investigadores. “Sí, claro, nos dijo que si nos preguntaban, que ayudásemos en todo, claro”, señaló. Además, Rosa Basterra recordó cómo en la vivienda en un momento determinado cogieron el ordenador pensando que se trataba de la funda vacía. “Y al ver que pesaba, lo volvimos a dejar allí, pegado a la pared”, apuntó la testigo.
Rosa Basterra indicó que durante el registro del piso de su hermano Alfonso, al que acudieron unas diez personas —según la testigo— , ella no tuvo que abandonar el inmueble, por lo que pudo ver el portátil “todo el tiempo”. Además, Rosa Basterra relató quefue ella misma la encargada de preparar una bolsa de viaje “con ropa, zapatos, calcetines, ropa interior” por si su hermano era trasladado a prisión. Una bolsa que, según su versión, dejó junto al ordenador, por lo que el que fuera a buscarla, “lo tenía que ver a la fuerza”.
José María Basterra, por su parte, declaró que el portátil estaba “encima del suelo, apoyado en unos libros, al lado del ordenador” durante su estancia en el piso de República Argentina, del que se fue antes que su hermana, por lo que no acudió al registro. Por ello, en el interrogatorio de la acusación popular, el hermano de Alfonso advirtió que durante los tres meses que se habló del portátil pensaba que buscaban un segundo ordenador, incluso un segundo móvil. “¿Cómo voy a pensar que después de un registro estaban buscando ese ordenador?”, matizó el testigo.
