La piel que habito, de Pedro Almodóvar, con 16 candidaturas, y No habrá paz para los malvados, de Enrique Urbizu, con 14, son las películas que más nominaciones acapararon ayer de cara a la XXVI edición de los Premios Goya, que se entregarán el próximo 19 de febrero en el Palacio de Congresos del Campo de las Naciones de Madrid, en una gala conducida por Eva Hache.
Blackthorn, de Mateo Gil, y La voz dormida, de Benito Zambrano, junto a los dos citados anteriormente son los cuatro filmes que optan este año a Mejor Película, según anunciaron los actores Luis Homar e Inma Cuesta, acompañados del presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho.
Almodóvar, Urbizu, Gil y Zambrano también competirán por el galardón de dirección.
Los actores que lidiarán por el premio a la mejor interpretación masculina son José Coronado, Antonio Banderas, Daniel Bruhl y Luis Tosar. Por su parte, las actrices que aspirarán a recibir el Goya en la categoría femenina son Verónica Echegui, Salma Hayek, Elena Anaya e Inma Cuesta.
En el apartado de la actriz revelación se encuentran María León, Blanca Suárez, Michelle Jenner, Alba García, mientras que en la categoría masculina están José Mota, Jean Cornet, Marc Clotet y Adrián Lastra.
Luis Homar e Inma Cuesta, encargados de la lectura de las nominaciones, fueron designados para la mejor interpretación masculina de reparto y mejor actriz protagonista, respectivamente.
Luis Homar confesó que había «deseado» en varias ocasiones ser seleccionado y aseguró estar «íntimamente contento». Por su parte, Inma Cuesta reconoció que aunque leyeron las nominaciones un «poco como robots» le apetecía «incluso taconear».
El productor Agustín Almodóvar expresó su «felicidad» por las 16 candidaturas a los Goya logradas por la cinta de su hermano Pedro, La Piel que habito, pero advirtió de que ser favorito «es como un boomerang, lo peor que te puede pasar, porque todo lo que puede venir después ya es decepción».
El canario Mateo Gil, realizador de Blackthorn, aseguró que no esperaba obtener esas 11 nominaciones «por la poca respuesta» que el filme tuvo en taquilla. «Veníamos como tapados y nosotros ya estamos premiados», agregó.
Por su parte, el cineasta andaluz Benito Zambrano, orgulloso y feliz de haber conseguido nueve nominaciones con La voz dormida, manifestó que «intentar ganar a Pedro Almódovar es lo más alto», a lo que apostilló que «la gala (de los Premio Goya) va a ser muy reñida y competitiva, y eso es bonito, porque sube el nivel de todos».
El precio de las butacas, por las nubes.- El coste de las entradas para ver películas las salas comerciales se ha encarecido un 36 por ciento en los últimos siete años, lo que supone 17 puntos por encima del IPC. Las ciudades de Almería y Granada se sitúan entre las más baratas para ir al cine, con un precio medio de 5,5 euros, según un estudio realizado por Facua en 138 cines de todo el país.
Por su parte, La Coruña, Albacete y Oviedo son las capitales más caras, ya que una entrada cuesta 7,50 euros de media en días laborables. Le siguen Alicante y Barcelona, y Madrid, donde hay que abonar unos 7,30 euros.
De los 138 cines encuestados por Facua, un cine de Barcelona es el que alcanza el precio más alto, 8,10 euros, seguido varios de la misma ciudad y uno de Madrid, todos ellos con un precio de ocho euros por cada tique ordinario.
Por el contrario, los más baratos de los analizados son: uno de Granada, donde la entrada un día laborable cuesta 4,50 euros, seguido de otro de Melilla con un importe de cinco euros junto con otro de Almería, Córdoba y Santander.
A nivel nacional, el cine ha subido un 36 por ciento en los últimos siete años, casi 17 puntos por encima del IPC. La entrada cuesta ahora una media de 6,52 euros frente a los 4,8 del año 2004.
El día del espectador varía según la localidad, aunque se aplica el miércoles o el lunes en la gran mayoría de las salas encuestadas. Ver una película en esas fechas supone poco más de cinco euros en 131 de los 138 locales analizados.
En cuanto al coste de una sesión en 3-D un día normal oscila en torno a los ocho euros en el territorio nacional un 35 por ciento por encima de los 6,50 euros de las películas en 2-D.
La media más cara de este novedoso tipo de proyección se sitúa en Barcelona, con 10,53 euros, seguido de La Coruña, con 10,17. Los más baratos están en Zamora, donde visionar un título en formato tridimensional supone 6,50 euros seguido de Cáceres, donde cuesta 20 céntimos más.
