Los forenses que están trabajando durante estos días en el lugar en que el que se estrelló el avión en los Alpes lograron separar ya entre 70 y 80 muestras de ADN aisladas de las víctimas del siniestro del avión de Germanwings que se chocó el pasado martes en los Alpes franceses cuando cubría un trayecto entre Barcelona y Dusseldorf. La información procede de fuentes de la Fiscalía de Marsella, encargada de la investigación, según señalaron algunos medios de comunicación franceses.
Medio centenar de policías y rescatistas trabajan en el lugar en el que se estrelló el avión para intentar recuperar los restos de los 150 fallecidos. Una de las cajas negras fue ya localizada y analizada, pero la segunda aún sigue desaparecida en estos momentos.
En sus intentos de identificar a las víctimas, el equipo de investigación dispone de las más de 4.500 muestras de ADN proporcionadas por los familiares de las víctimas, y según el fiscal de Marsella, Brice Robin, esta tarea está dando sus frutos.
La novia del copiloto del avión de Germanwings siniestrado el pasado 24 de marzo en los Alpes franceses, Andreas Lubitz, reveló recientemente a sus alumnos del centro de educación secundaria donde trabajaba que estaba embarazada, según revelaron algunos medios alemanes.
Se trata de una profesora de Secundaria en un centro de una localidad situada a las afueras de Dusseldorf, donde vivía el copiloto del Airbus siniestrado.
Algunos otros medios de comunicación también revelaron que Lubitz temía perder su licencia de vuelo por el deterioro de su visión, ya que al parecer sufría un desprendimiento de retina.
El capitán a Lubitz: “¡Abre la maldita puerta!”
El capitán del avión siniestrado de Germanwings intentó entrar en la cabina a golpe de hacha tras exhortar al copiloto Andreas Lubitz a que abriera la puerta, según grabaciones de los últimos momentos del vuelo recogidos por diarios alemanes.
“Por el amor de Dios, abre la puerta. ¡Abre la maldita puerta!”, gritó el capitán Patrick Sondheimer durante los últimos instantes del vuelo.
