El segundo festejo de feria, novillada con picadores, no tuvo grandes condicionantes positivos y aunque los toreros, jóvenes valores que vienen acreditando una potestad interesante, en esta ocasión evidenciaron bisoñez y escaso oficio. Los novillos de Los Bayones colaboraron poco, esa es la verdad.
Javier Jiménez. El de Espartinas fue lider del escalafón del pasado año y en el presente está velando armas cara a una posible alternativa. Simple capoteo y aquí incido en un comentario que tiene razones de peso y que observo reiteradamente. Los toreros, tanto matadores de toros como novilleros, apenas si lucen con el capote, limitándose a capotear en probaturas sin un solo lance a la verónica ni un triste quite.
Repite dos series por el pitón derecho, aceptables en la componenda pero con escasa ligazón. Flojedaz del bicho y poca aplicación torera del diestro. Luego sacó a relucir una tanda de naturales de muy buen ver y calibrar, tamplados y aplaudidos. Buena estocada y oreja.
Con el cuarto novillo de la tarde, nada de nada con el percal. Lamentable. Toreo suave en redondo con cadencia y mano baja. Dos tandas más de igual significado y con la zurda saca vistosos naturales y en el retorno al otro pitón, la mejor serie de su bagaje, unos logrados y cuajados muletazos, un primor. La faena en conjunto fue buena mereciendo otro apéndice.
Francisco José Espada. De Fuenlabrada y apoderado por el matador de toros César Jiménez. Capoteo vulgar. Descaro ente el burel y presagio de buena faena que se cumplió a medias. Derechazos que el novillo toma con prontitud y fuerte embestida. Quietud, temple, armonía y buen concepto torero. Me gustó su forma de concebir el toreo al natural por la manera de colocarse, de cruzarse y de una interpretaión idónea aunque con escaso porcentaje de éxito por la desigual embestida del astado por ese lado. Mató mal escuchando palmas.
A la defensiva con el capote sin rascar un simple lance. Dos excelentes tandas en redondo, aportando valor, mucho valor, dotes toreras en momentos puntuales, buenas maneras. Faena variada pero con un cierto exceso de velocidad imprimida en las acciones, es decir, acelerado. Buenos argumentos exhibe Espada que no hizo honor a su apellido. Palmas.
Iama de góngora. Es uno de los novilleros que mayor número de novilladas tiene en su haber. Sevillano y con buen porte torero. Capoteo sin estirarse una sola vez. Trasteo previo en los medios para pasar a torear por el lado diestro con buen concepto y componenda. Muchos pases con escasez de recursos técnicos y falta del necesario arte y estética. Repito que posee maneras interesantes. Pésimo con los aceros. Silencio en filas.
Con el que cerraba festejo, único novillo realmente castigado en varas – esa fue otra- probaturas, tirones que el manso burel rehuía. Escasos fueron los pases que se tragó el bovino con tendencia a tablas. Hubo una fase en que se pudo admirar un toreo genuíno. Fue una ráfaga que deslumbró. Tres estocadas y ovación.
