La normativa de la Unión Europea que obligará desde 2013 a las explotaciones de reproductoras de porcino a adaptar sus estructuras de producción a Bienestar Animal supondrá un esfuerzo añadido para los ganaderos, que deberán realizar las inversiones necesarias a tal fin.
Esta fue una de las principales conclusiones de la II de las Charlas sobre Porcino organizadas por Proyecse, que ayer reunió en la sala Caja Segovia a un numeroso grupo de ganaderos interesados por esta normativa.
El manager general de Danish Farm Design Bjarne Pedersen, el responsable de SIP Consultors Pep Font y el director de proyectos de Proyecse, Jorge Ayuso, expusieron ante los profesionales del sector las líneas básicas de este proceso, desde el punto de vista del análisis de costes y de los ejemplos prácticos realizados ya con antelación en otros países.
Los expertos coincidieron en destacar que en los apenas dos años y medio que quedan para llevar a cabo esta adaptación, las cerca de 800 explotaciones de reproductoras de la provincia deberán llevar a cabo “lo antes posible” toda la tramitación administrativa necesaria para adecuar sus estructuras a esta nueva normativa, ya que recientemente la UE ha rechazado la solicitud de varios países para incluir una moratoria en su aplicación.
Asimismo, señalaron que los costes del proceso “no pueden determinarse de forma homogénea para todas las explotaciones, ya que la heterogénea estructura que actualmente se registra en la provincia impide trazar normas comunes”.