Espeleólogos de Castilla y León celebran este fin de semana un encuentro sobre la materia, en el que se pretende dar el impulso definitivo al catastro de cavidades de Castilla y León, en el que se lleva trabajando desde hace unos 30 años. El presidente de la Federación de Espeleología de Castilla y León, Julio García, afirmó ayer en la inauguración del encuentro en el Palacio de Mansilla de Segovia, que en estos momentos hay una labor ingente “de recopilación de datos, y lo que pretendemos en este encuentro es crear una plataforma que integre y haga accesible esa información”.
Sobre los primeros resultados de esa investigación, Julio García afirmó que en Castilla y León se registran miles de cavidades, aún sin descubrir en su totalidad. “Solo en la provincia de Burgos puede haber más de mil cavidades. Las provincias de Palencia, Soria y León también contienen numerosas cuevas, y en menor medida se pueden encontrar en provincias como Segovia”, añadió.
Durante el encuentro que se celebra en Segovia se hablará sobre la evolución de la espeleología en los últimos años. En este sentido, Julio García señaló que ha evolucionado mucho técnicamente. “Esa mejora ha permitido avances más rápidos. Antes se realizaban exploraciones de muchas personas, y ahora se ha invertido, son grupos más pequeños, pero con mucha movilidad”. El presidente regional insistió en que la espeleología tiene muchas connotaciones, la de descubrir una cueva, pero también la de investigación, por ejemplo de la vida animal, “o levantar un plano topográfico; en el fondo es conocer nuestra provincia, nuestra comunidad, saber lo que tenemos, y en algún caso, utilizarlo como un recurso para fomentar el turismo”.
A lo largo de estos dos días se han programado actividades donde tienen cabida tanto la parte científica como la deportiva de la espeleología, sirviendo como espacios de encuentro y reflexión.
Tras la apertura del encuentro por parte del presidente del club Jaspe, Lucio de Pablos, a la que asistió el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, los participantes se dividieron para realizar unos una ruta geológica para descubrir los valores naturales de Segovia, y otros un recorrido por el patrimonio histórico y cultural. Por la tarde, Sergio García Dils realizó la exposición “Viaje al centro de la Tierra”, en la que compartió sus experiencias como miembro de la expedición que llegó por primera vez a la profundidad de 1.710 metros en la sima con mayor profundidad de la Tierra, Krúbera-Voronya (Georgia), de la que se han explorado -2.191 metros en vertical. Varios miembros de la Sociedad de Ciencias Espeleológicas Alfonso Antxía acercaron a los asistentes, a través de sus fotografías, su expedición a las cavidades de la isla Rapa Nui, concluyendo la tarde didáctica con un grupo de miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que contaron sus experiencias en rescates verticales.
Para hoy están previstas en la Plaza Mayor actividades para los más pequeños: rocódromo, cueva artificial y exhibición de rescates verticales. El encuentro concluirá con la entrega del reconocimiento Jaspe 2011 a los miembros de la UME, por su ayuda en situaciones de emergencia y presencia en el mundo de la espeleología.
23 años de este deporte en Segovia.– Desde siempre, el hombre se ha interesado por las cuevas o simas, ya sea como lugar para habitar, como para explorar su interior en la búsqueda de algo concreto (agua, tesoros, descubrimientos). Pero la espeleología, tal como hoy se entiende, surge a finales del siglo pasado de la mano del francés Edouard-Alfred Martel, verdadero promotor y pionero de la que hoy se llama espeleología moderna.
En España, su impulsor fue Norbert Font i Sagué, que en 1896, empezó una fulminante y brillante labor espeleológica. Paulatinamente la espeleología se fue introduciendo por todo el Estado, pero durante la década de los 60, su desarrollo fue extraordinario. En 1982 se crea la Federación Española de Espeleología.
Este deporte llegó a Segovia cuando, desde el Club de Montaña de Horizonte Cultural, se fundó el Club de Espeleología Horizonte Cultural (1989), formado por jóvenes de Segovia y que, en 1999, se convirtió en el Club de Espeleología Jaspe. Por tanto, son 21 años los que avalan la práctica espeleológica en Segovia, contando en la actualidad, con más de 50 socios.
