El programa europeo de becas de estudios en la Universidad Erasmus cumple 25 años con España como destino favorito para los estudiantes de la Unión y también como el país que más docentes envía a otros países del continente. Bruselas, que defiende reforzar la financiación del proyecto a partir de 2014, esgrime que es un instrumento «clave» para impulsar la movilidad laboral y combatir el alto desempleo juvenil.
En el curso 2009-2010, España, con más de 30.000 jóvenes, desbancó a Francia como país que más estudiantes manda a otro nación de la región continental para beneficiarse de una beca de estudio o trabajo, seguidos por Alemania, Italia y Polonia.
«La beca Erasmus y otros programas de movilidad pueden ser una parte importante de la solución», porque, entre otras ventajas, contribuye a desarrollar capacidades lingüísticas, de adaptación y conocimiento, tal y como expuso hace unos días la comisaria responsable de Educación y Juventud, Androulla Vassiliou.
La política defendió que existe un «vínculo» entre el éxito del programa Erasmus y otras iniciativas europeas similares y el aumento de la movilidad dentro de la Unión Europea, «porque una vez que los jóvenes empiezan a moverse, continúan haciéndolo durante su vida laboral».
Mejoras. Por otro lado, entre las mejoras que la Comisión defiende, está el lanzar «cursos intensivos de idiomas» que animen a los jóvenes a desplazarse y permita corregir los «desajustes» que hay entre la oferta y la demanda del mercado laboral en toda Europa.
Vassilliou puso como ejemplo de desajuste los muchos ingenieros «que hay en estos momentos en España y que no encuentran empleo, mientras que en Alemania hay una importante demanda»; la «barrera del idioma» impide que los formados de un país se desplacen al otro.
Para celebrar el 25 aniversario del plan Erasmus, Bruselas va a designar embajadores de las instituciones académicas y antiguos becados para promover las «ventajas y cambios» que este proyecto ha tenido en sus vidas y carreras.
