‘Ecologistas en Acción’ ha advertido que el promotor del embalse en el Ciguiñuela, ACUAES, justifica la infraestructura pronosticando que la población de Segovia se duplicará en 13 años, pasando de los poco más de 53.000 actuales a 110.000. “Ese estudio —señalan los ecologistas— maneja unas estimaciones de crecimiento de la población para la ciudad de Segovia y su alfoz que no se fundamentan ni en los datos disponibles sobre la evolución reciente de la ciudad ni en unas proyecciones democráficas rigurosas”.
‘Ecologistas en Acción’ subraya que el estudio de la evolución de la población de la ciudad de Segovia y los principales municipios de su entorno revela que “ha permanecido esencialmente estable a lo largo de la última década”, pasando de 62.402 habitantes en 2003 a 66.472 en 2013. De igual forma, este colectivo señala que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado recientemente sus proyecciones demográficas a corto plazo (2013-2023). Ese trabajo indica que, si se mantienen las tendencias actuales, España perderá 2,6 millones de habitantes entre 2013 y 2023, un 5,6% de su población. Para Segovia, la estimación es todavía más pesimista, de un 9,7%, lo que supondría reducir sus habitantes de 161.640 (2013) a 145.893 (2023).
Para ‘Ecologistas en Acción’, la primera labor del promotor del proyecto debería ser estudiar la proyección de la población de Segovia y su alfoz. Obviar esta cuestión supondría, para este colectivo, concebir el embalse del Ciguiñuela “como un fin en sí mismo en vez de un medio para proporcionar unos recursos hídricos a los segovianos”.
En otro orden, ‘Ecologistas en Acción’ sostiene que el “déficit hídrico” estival en Segovia no se debe a que el Pontón Alto y Puente Alta sean demasiado pequeños sino al “disparatado consumo per cápita y al escaso control del agua”. A ese respecto, ‘Ecologistas en Acción’ recuerda unas declaraciones del portavoz del PP en el Ayuntamiento de Segovia, Jesús Postigo, denunciando que de los 12 hectómetros cúbicos potabilizados en 2012 únicamente se facturaron 4. “A pesar de que nuestro modelo de desarrollo difiere sustancialmente del de Postigo, coincidimos plenamente con esta valoración: no hay un problema de insuficiente capacidad de embalsamiento, sino de inadecuado control de los recursos hídricos”, concluyen los ecologistas.
