El servicio de Cuidados Paliativos solo llega a atender al 50 por ciento de los enfermos terminales en la provincia de Segovia. El porcentaje, aplicable en término generales al resto de España según se desprende de un estudio realizado por el “Observatorio del Cáncer AECC”, evidencia que uno de cada dos enfermos terminales queda olvidado por el sistema sociosanitario cuando su proceso deja de ser curativo.
Contra esta dura realidad se rebela la delegación provincial de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) que ayer lanzó un mensaje de denuncia. “Hay que alcanzar una cobertura del 100% en cuidados paliativos porque nadie puede quedar abandonado en el último tramo de su vida” reclamó la presidenta provincial de la AECC, Ana Sanjosé, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer. Ana Sanjosé precisó que los cuidados paliativos “no consisten en ayudar a morir dignamente sino en procurar una vida digna a las personas con enfermedades avanzadas amenazantes, hasta el final de sus días y también en atender a sus familias en esta difícil situación”.
El equipo de Cuidados Paliativos de Segovia “está desbordado” por las necesidades que hay en la provincia y además está incompleto porque solo lo integran un médico y una enfermera, según indica Sanjosé que en todo momento dedica palabras de elogio hacia la labor que desarrolla y la calidad de la atención que presta, también valorada por las familias receptoras. “Pero es insuficiente, —insiste la delegada de la AECC— porque en Segovia tendríamos que tener dos equipos y, además, poder ofrecer tratamiento integral con todos los recursos necesarios, enfermeros, médicos de Atención Primaria, psicólogos, trabajadores sociales, voluntariado formado…”
Según estimaciones de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), una ratio de un recurso de cuidados paliativos por cada 80.000 habitantes garantizaría una cobertura de calidad a toda la población. A día de hoy, en España hay 458 equipos y, para alcanzar esta ratio, se necesitaría llegar a 658, por lo que faltarían 200 recursos más. El estudio también muestra la “inequidad” en el acceso a los recursos existentes. Así, mientras que en comunidades autónomas como Las Rioja, Cataluña o las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla cumplen o sobrepasan la ratio establecido, en otras como Andalucía o Madrid necesitarían aumentar sus recursos en 52 y 30 respectivamente. Además, solo nueve ofrecen información para pacientes y familiares.
En Castilla y León hay ocho equipos y según demanda la Asociación Española contra el Cáncer serían necesarios once. Para Ana Sanjosé la Junta de Castilla y León está esquivando sus responsabilidades en este campo porque “aún no ha aprobado un plan estratégico de cuidados paliativos”. En el año 2000, el Ministerio de Sanidad hizo público el Plan Nacional de Cuidados Paliativos y en 2007 presentó la Estrategia en Cuidados Paliativos. Las medidas que recogen estos documentos para asegurar la respuesta coordinada entre los niveles asistenciales de cada área, incluyendo los equipos específicos de cuidados paliativos en hospital y domicilio, debían ser desarrolladas por las comunidades autónomas, como así han hecho en otras regiones pero no ha ocurrido aún en Castilla y León “aunque sabemos que está en vías de ser aprobado”, apunta la delegación de la AECC en Segovia.
La reivindicaciones de la asociación se dulcificaron para convertirse en un mensaje de auxilio a los afectados en la campaña informativa del Día del Cáncer ‘Si crees que estás solo no nos conoces’. A través de seis puntos informativos instalados en centros de salud, hospitales y un centro médico de Segovia, los voluntarios repartieron ayer información a los ciudadanos sobre los programas y servicios que la AECC lleva a cabo en toda España. Presente en 52 provincias, la asociación tiene programas de apoyo y acompañamiento a pacientes y familiares desde el primer momento del diagnóstico, durante toda la enfermedad y hasta el final de la misma. Otros de sus pilares son la investigación en cáncer y las campañas de concienciación orientadas a prevenir y detectar de manera temprana la enfermedad.
En Segovia el trabajo es liderado por la junta directiva, que preside Ana Sanjosé, y ejecutado por un equipo de cinco profesionales, más de 70 voluntarios y 60 colaboradores que cuentan con el apoyo inquebrantable de 2.000 socios, entre los que se incluyen 72 representantes en la provincia.
Normativa sobre el tiempo de uso de los aceleradores lineales
La Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) ha reivindicado la necesidad de que se cree una normativa nacional que fije el tiempo máximo de funcionamiento de los aceleradores lineales y que sea de obligado cumplimiento por las comunidades autónomas.
Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, ha recordado que la oncología radioterápica tiene una dependencia tecnológica muy importante y los equipos con más de 10 años de funcionamiento muchas veces no pueden utilizarse para las técnicas más recomendadas en la actualidad.
Actualmente, “las estadísticas muestran que hay un aumento continuado de la incidencia de cáncer y las previsiones a corto y largo plazo reflejan que continuará creciendo. En este sentido, la radioterapia es una de las herramientas más eficaces para tratar el cáncer ya que, de hecho, más del 50% de los pacientes son tratados con esta técnica”, remarca la sociedad científica.
La SEOR considera que un punto débil de la especialidad es la investigación tanto clínica como básica, principalmente por la falta de financiación para llevar a cabo estudios. “Nunca ha existido un fomento de la investigación en nuestra especialidad por falta de ayuda, habiendo sido realizada únicamente por el esfuerzo personal y fuera del horario de trabajo”, señala José López Torrecilla, presidente de la citada sociedad, que también muestra su preocupación por la falta de un registro nacional de cáncer. “Queremos conocer nuestra contribución al tratamiento del cáncer mediante un registro nacional en Oncología Radioterápica que nos permita saber la variabilidad de la utilización de la radioterapia, de las técnicas de tratamiento y de los estadios de la enfermedad en los que se aplica. En un futuro sería idóneo conocer la eficacia de los tratamientos que realizamos”, asegura.
