Los cuerpos recuperados del lugar donde se estrelló el avión malasio sobre el este de Ucrania fueron trasladados a vagones refrigerados de un tren que se encuentra detenido en una estación controlada por los separatistas, según informó la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. En total 298 personas murieron al estrellarse el avión.
En concreto, la OSCE dio cuenta de que los separatistas les habían informado de que 167 cuerpos estaban ya en el tren y de que los observadores pudieron inspeccionar tres de estos vagones refrigerados.
Sin embargo, el viceprimer ministro ucraniano, Volodimir Groisman, aseguró en rueda de prensa que en el tren había ya 192 cuerpos y ocho restos más, pero indicó que los separatistas aún no habían autorizado que el tren se moviera.
Los rebeldes respondieron apuntando que Kiev había retrasado la llegada de los expertos y que no podían hacer nada hasta que éstos accedieran al lugar del siniestro. “Por ahora se quedan aquí hasta que se resuelva la cuestión” de qué hacer con los restos, indicó un responsable de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Sergei Kavtaradze. “Estamos esperando a los expertos”, argumentó.
ESCENA ‘GROTESCA’
Mientras, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, declaró ayer que las pruebas que baraja Estados Unidos sobre el derribo del avión de Malaysia Airlines el pasado jueves apuntan a los separatistas prorrusos, que habrían utilizado un sistema de misiles proveniente de Rusia.
“Está bastante claro que este es un sistema que fue transferido desde Rusia”, declaró Kerry en una entrevista con la CNN. La información disponible en la actualidad “obviamente señala claramente a los separatistas”
“Los separatistas están al mando. Está claro que Rusia apoya a los separatistas, les da apoyo, les entrena. Rusia tiene que dar un paso adelante y marcar la diferencia”, declaró Kerry.