Los cruceros que recalan en el Puerto de Barcelona generan una facturación de 796 millones de euros anuales de forma directa, indirecta e inducida, y aportan 413 millones al PIB catalán, a la vez que mantienen 6.759 empleos y se traducen en unas rentas fiscales de 152 millones en impuestos estatales, autonómicos y tasa turística, según un estudio con datos de 2014 encargado por el puerto de la capital catalana a la Universitat de Barcelona (UB) y que contó con la colaboración de Turismo.
El documento, que señala que el 75% de todo este impacto económico se queda en la ciudad de Barcelona, fue presentado este martes en rueda de prensa por el presidente del Puerto de Barcelona, Sixte Cambra; el catedrático de Economía Aplicada de la UB y responsable del estudio, Jordi Suriñach, y el director general de Turismo de Barcelona, Jordi William Carnes.
En 2014 hubo en Barcelona 2.364.292 movimientos de cruceristas en 764 buques, aunque un 18,6% ni pernoctaron ni visitaron la ciudad, por lo que los que pasaron por Barcelona fueron 1,8 millones; la mayoría de cruceristas (57,5%) visitaron sin pernoctar y pasaron en tierra una media de 4,3 horas, mientras que un 23,9% pernoctaron en la capital catalana antes o después del crucero y se quedaron una media de 2,6 noches.
Sixte Cambra señaló que la estrategia del Puerto de Barcelona es “fidelizar” a las navieras para que Barcelona siga ganando peso como puerto base, de inicio y/o final del crucero, ya que el impacto económico es mayor en los cruceros que comienzan y/o terminan su recorrido en la ciudad que en los que simplemente hacen escala.
Jordi Suriñach afirmó que la actividad crucerística “es un elemento dinamizador clave del territorio donde se desarrolla”, y más en los puertos base, y que no solamente beneficia al sector turístico de la propia región o ciudad en cuestión, sino a los de la logística, productos alimentarios, industria metalúrgica, industrias químicas, servicios médicos y gestión de residuos, entre otros, además de favorecer las conexiones internacionales del Aeropuerto de Barcelona porque el 78% de los cruceristas que inician o acaban el crucero en Barcelona llegan en avión.