Miles de españoles esperan con ansia sus vacaciones de verano y muchos de ellos harán uso de los aeropuertos nacionales para hacer sus traslados estivales. Para todos, una de las peores situaciones es empezar este período con atrasos en las terminales y, ante esta situación, la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) ha visto el mejor momento para anunciar la celebración de una asamblea nacional para debatir y votar una convocatoria de huelga contra el Real Decreto del Ministerio de Fomento que fija los límites de actividad y los tiempos de descanso de este colectivo, aprobado el pasado viernes por el Consejo de Ministros. La norma marca que los controladores civiles de tránsito aéreo deben parar 30 minutos cada dos horas de actividad operativa, lo que, según indicaron en un comunicado, «es una provocación, que tiene como único objetivo «dinamitar las negociaciones en curso».
Para el presidente de USCA, Camilo Cela, «todo lo que se ha vivido estos días no ha sido más que una farsa» y consideró que las palabras sobre la negociación del titular de Fomento, José Blanco, «no eran más que una de sus piruetas demagógicas y propagandísticas a las que está tan acostumbrado».
Por este motivo, señaló que un paro es la «única decisión posible para salvar la dignidad de las personas que forman parte de la profesión». «Ha jugado con la seguridad, ha ocasionado gastos a las compañías aéreas y, por supuesto, no le ha importado poner en grave peligro uno de los sectores clave de la economía española», aseveró Cela del ministro.
Por su parte, el secretario de Comunicación de USCA, César A. Cabo, negó de nuevo en relación a las bajas médicas masivas de personal, que los controladores hicieran huelgas encubiertas e insistió en que fueran provocadas por la «aplicación abusiva» de la norma aprobada el pasado mes de febrero por la que se fijan determinadas condiciones laborales para los controladores civiles.
Apuesta por el pacto
Asimismo, mantuvo que mañana pedirán oficialmente a la empresa el informe detallado en las que se basan las «incompletas declaraciones» del Ministerio de Trabajo sobre las labores de inspección de la Seguridad Social, que, a su juicio, «ha servido para demonizar, una vez más, a este colectivo de trabajadores».
Mientras tanto, Aena quiso expresar su confianza en que la asamblea nacional del sindicato de controladores aéreos rechace en su próxima reunión la convocatoria de huelga debido al fuerte impacto que ésta tendría en el sector en una temporada como esta. El gestor de los aeropuertos españoles reiteró además que «mantiene su disposición total al diálogo con los representantes de los controladores aéreos».
La entidad pública considera que la oferta que la empresa ha presentado en la negociación del nuevo convenio colectivo «garantiza sus condiciones salariales actuales y asegura unas cláusulas laborales equiparables a las del resto de profesionales europeos».
Aena también afirma que el Real Decreto que salió adelante en la Cámara Baja «contribuye a clarificar y dar garantías a los empleados del cumplimiento de unas condiciones laborales que anteriormente se regulaban únicamente por circulares internas».
