Entre los aplausos de familiares y amigos, además de los de los concejales socialistas, y con la “cabeza alta”. Así dejaron ayer el Ayuntamiento de Segovia los hasta ahora concejales del PP Mercedes Álvarez Campana, Elena García Gil, César Martín y María José Uñón, en un pleno en el que escenificaron su abandono de la Corporación tras los notables y públicos desencuentros que han protagonizado con la portavoz de su grupo, Beatriz Escudero.
Como se recordará, Martín, García Gil y Álvarez Campana fueron acusados públicamente por Escudero de romper la disciplina de voto en un pleno, hecho que ellos siempre han negado, y apartados por la portavoz de toda la actividad del grupo, lo que les llevó a presentar su renuncia. María José Uñón hacía pública su decisión de devolver su acta esta misma semana, en solidaridad con sus tres compañeros.
Al comienzo del pleno de ayer, la sesión ordinaria de agosto, la Corporación tomó conocimiento de los escritos de renuncia presentados por los cuatro concejales, momento en el que el alcalde de la ciudad, Pedro Arahuetes, les invitó a tomar la palabra para explicar sus razones y despedirse, opción que los cuatro decidieron aprovechar.
Ante la mirada de una Beatriz Escudero que intentaba disimular que pasaba por un amargo trago, Mercedes Álvarez Campana, muy emotiva en su discurso afirmó que se marcha “con la cabeza alta y sin rencor”, mientras César Martín insistió en que “no he traicionado a nadie, ni he sido desleal en ningún momento con mis convicciones políticas ni personales”. María José Uñón señalaba que la decisión “ha sido difícil, pero renuncio por coherencia con mis principios”.
La más crítica fue Elena García Gil, que compartió con sus compañeros palabras de cariño hacia Segovia y los segovianos y que recordó que su padre y su hermano mayor ya fueron concejales de este Ayuntamiento; “son cinco generaciones de segovianos con un amor profundo por esta ciudad, y a mí no me van a hablar de segovianismo personas advenedizas llegadas de Madrid ni políticas de tres al cuarto que emplean el término segoviano como un ente abstracto que introduce un voto en una urna”, aseguró.
Tras sus intervenciones, y después de recibir el agradecimiento por la labor desempeñada por parte de la portavoz del PSOE, Clara Luquero, (Escudero no quiso hablar), los cuatro ediles abandonaron el salón de plenos entre aplausos desde los asientos del público, en los que se sentaban familiares y amigos, y desde los sillones de los concejales socialistas.
Escudero habló brevemente de esta situación al final del pleno: “Todos tenemos nuestro minuto de gloria, pero en política la prudencia es muy importante, y mis compañeros han sido de todo menos prudentes”, dijo, para añadir que no pedirá sanciones al partido para ello, aunque matizó “lo que han dicho está ahí y es público”.
