¿Quién no ha fantaseado, después de ver una de esas películas en las que un ejército, tras ardua batalla, consigue superar el foso y tomar el castillo, en participar en una operación de asalto similar? Esa imagen, parte de un subconsciente colectivo muy basado en lo cinematográfico, está en la base de ‘Asalto’, la video proyección interactiva con la que el artista Daniel Canogar participa este fin de semana en OxigenArte.
La intervención de Canogar desarrollará su actividad más importante esta noche. Cuando anochezca, aproximadamente a partir de las nueve y media, las personas que deseen ‘asaltar’ el Alcázar podrán acercarse hasta un improvisado plató, construido con madera y pintado en verde brillante; allí se desarrollará la fase de grabación, en la que los participantes deberán reptar por el suelo, para ser grabados con una cámara cenital.
Casi inmediatamente, gracias a un programa informático especialmente creado para la ocasión, los participantes podrán verse trepando por la torre de Juan II, hasta llegar arriba, momento en que volverán a aparecer en la base, en un bucle continuo. “Al principio habrá solo unas pocas personas; poco a poco se irán añadiendo cada vez más, hasta formar un enjambre sobre el monumento”, detalló Canogar en declaraciones a EL ADELANTADO.
El viernes, el sábado y el domingo, también en horario nocturno, las personas que se acerquen hasta el Alcázar podrán ver este ‘asalto’ virtual, “a través de un bucle ya cerrado, de unos seis o siete minutos, en el que ya habrá un proceso de edición más trabajado”, señalaba el artista.
Daniel Canogar subrayó que, aparte de ese recurso a una fantasía colectiva, a ese asalto, su trabajo tiene una connotación social, ya que entiende que asistimos “a una desaparición del espacio público como algo de todos, algo que disfrutar y donde intercambiar, porque el ciudadano es cada vez más un consumidor, y los espacios públicos, cada vez se privatizan más”.
“Mi intención es subrayar lo público y también la interacción, la participación del ciudadano, una reivindicación de que la historia nos pertenece a todos; es también un asalto psicológico, en el que quiero que la gente toque el monumento, lo escale, lo haga suyo, incluso con un sentido político, como la toma de la Bastilla”.
La relación de Daniel Canogar con Segovia se estrechará a partir del próximo otoño, cuando entrará a formar parte del claustro de IE Universidad, donde impartirá una asignatura en el Centro de Estudios Integrados de Arquitectura. Según explica, quiere “dar un curso de alto voltaje creativo, en el que los alumnos tomen contacto directo con la creación contemporánea, algo para lo que he recibido carta blanca de la universidad”.
Para Canogar, la arquitectura “cada vez tiene más que ver con el arte, con la creación de edificios que son una verdadera obra de arte, muy escultóricos, y mi idea es que esta asignatura sirva a los alumnos en el futuro, que mantengan vivo ese espíritu cuando su trabajo se vea condicionado por exigencias técnicas, estructurales o económicas”.
