Ciro Muñoz es un piloto segoviano que participa en la extinción de incendios durante la campaña que se realiza, de mayo a octubre, en los meses de mayor presencia de incendios.
A los mandos de un helicóptero de fabricación polaca modelo SOKOL W3A, uno de los más grandes y con la gran capacidad de 1.500 litros, se encarga de trasladar la brigada al lugar del incendio y de realizar las descargas de agua correspondientes. La Base Helitransportada de Bustarviejo, es el lugar en el que se encuentra este piloto junto a trece personas más: una brigada compuesta por un ingeniero forestal, un encargado y ocho especialistas; una emisorista, un técnico mecánico del helicóptero y otro piloto. La zona directa en la que actúan es el norte de Madrid, con apoyo al resto de la comunidad, las provincias limítrofes y por supuesto, al resto de España si fuera necesario.
Aunque lleva pilotando el helicóptero durante mucho tiempo, este es el primer año que se ha embarcado en el duro trabajo de la extinción de incendios, habiendo estado ya en más de un centenar. «Me siento muy orgulloso de pertenecer a este sector porque prestamos una gran ayuda a la sociedad», señala Muñoz.
Esta temporada está siendo especialmente difícil, ya que los incendios han aumentado más del doble con respecto al año pasado. Trabajan en muchos fuegos pequeños porque la activación del equipo es rápida y organizada, y llegan al lugar afectado en un corto espacio de tiempo. Desde que la base recibe la alerta y hasta que despegan, no pasan más de 4 minutos. Acción, reacción. Al recibir el aviso, el piloto estudia la zona sobre la que van a actuar, calcula el rumbo, la distancia, y otros factores que afectan a la seguridad aérea. En este sector se viven momentos dramáticos y críticos, y las decisiones deben ser tomadas en segundos. Una vez que la brigada despega en la zona, el trabajo de Ciro Muñoz consiste en ir a buscar agua al punto más cercano. Embalses naturales, balsas o depósitos de la comunidad de Madrid y lagos artificiales. Como último recurso se utilizarían las piscinas municipales o privadas. «Siempre con la más absoluta seguridad», asegura Muñoz.
Cualquier error en estas situaciones, puede derivar en una desgracia. El segoviano es la esperanza de miles de personas durante estos meses en los que se producen cientos de escenarios tan desoladores.
