Los cambios en el Parlamento regional se dejaron notar durante toda la sesión de constitución celebrada ayer. Junto a la ya inexistente mayoría absoluta del PP, llegaron también los nuevos modelos de toma de posesión del cargo de procurador y del escaño en la Cámara.
Así, los diez procuradores que representarán a Podemos en las Cortes prometieron sus cargos como representantes de los ciudadanos en el Parlamento de Castilla y León con el ánimo de “poner las instituciones al servicio de la gente”, con aplausos mayoritarios de sus compañeros o de algunos de los invitados. Este punto fue afeado por la nueva presidenta, Silvia Clemente, quien reclamó el máximo respeto en esta sesión constitutiva.
Junto a esta nueva fórmula, los diez procuradores decidieron también renunciar a la Medalla de las Cortes como gesto de austeridad -el presupuesto para estas insignias es de 36.000 euros—, al igual que el procurador por IU-Equo, José Sarrión, quien, por su parte, optó por prometer su cargo “por los valores republicanos, ilustrados y del movimiento obrero”.
También fue diferente el juramento del nuevo representante de UPL, Luis Mariano Santos, quien, como sus antecesores, juró su escaño “por la autonomía del reino de León” y también rechazó la Medalla.
Por su parte, 41 procuradores del PP optaron por la fórmula de jurar cumplir su cargo y “acatar la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía de Castilla y León”, uno de ellos, Juan Jesús Blanco Muñiz, juró y prometió. Mientras que los 24 representantes socialistas eligieron prometer, mientras que José Ignacio Martín Benito juró.
En el caso de los cinco procuradores de Ciudadanos, cuatro prometieron y María Belén Rosado juró. En el momento del juramento del presidente de la Junta en funciones y procurador por Burgos, Juan Vicente Herrera, se escuchó un grito que desde la tribuna de los invitados le pedía “salva el carbón”.