Los caballos de monte que viven asilvestrados facilitan la conservación del lobo al suponer su principal alimento en las zonas que habitan y evitar, así, los ataques a otro tipo de ganado, según un estudio científico publicado en la revista científica Conservation Letter.
En concreto y según explicó el investigador de la Estación Biológica de Doñana del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y coautor del artículo, Alejandro Rodríguez, el servicio más importante que prestan los equinos es de índole socioeconómica. “Actúan como atenuadores de las pérdidas de los ganaderos y parecen ser un factor esencial que permite la coexistencia del lobo con la actividad agropecuaria”, defendió.
Este estudio, difundido en febrero de 2014 por el CSIC y ahora de nuevo puesto en circulación por la Estación Biológica de Doñana, donde sobreviven estos animales en estado silvestre, aboga por mantener el régimen de manejo tradicional del caballo gallego de monte. Otros de los servicios que presta esta raza autóctona asilvestrada es la restauración de los brezales y, por tanto, reducir el riesgo de incendios forestales.
“Los caballos se han mantenido gracias a que apenas demandan inversión de recursos por parte de sus propietarios, al interés de preservar esta raza autóctona y a tradiciones culturales asociadas al manejo de estos animales, que llevan un estilo de vida más próximo al de una especie silvestre que al de una doméstica”,indicó Rodríguez.
Además, asegura que su continuidad es “incierta” debido a su escasa rentabilidad económica, a recientes regulaciones europeas que imponen costes adicionales a la ganadería equina y a la desaparición de las necesidades que dieron lugar a la selección y mantenimiento de esta raza milenaria.
Los investigadores consideran también que la convivencia entre lobos y humanos en algunas zonas de España podría verse “amenazada” por el declive del caballo de monte.