Los arquitectos han trasladado al Ayuntamiento su “preocupación” por lo que consideran un uso “desconsiderado” del entorno de los principales monumentos de la ciudad, sea por la ingente celebración de eventos en sus inmediaciones o por el paso de tráfico a escasos metros. Los profesionales han pedido que se analicen “en profundidad” los protocolos que regulan el uso de las zonas aledañas al Acueducto o la Catedral y de espacios como la Plaza de San Martín, para evitar posibles impactos visuales, acústicos o de contaminación sobre los monumentos.
El Colegio de Arquitectos de Segovia, que preside Juan Antonio Miranda, ya mostró esta preocupación del colectivo al concejal de Urbanismo, José Llorente, y pretende mantener en breve un encuentro, en el mismo sentido, con la concejala de Patrimonio, Claudia de Santos. Miranda, en declaraciones a este diario, aseguró ayer que, a juicio de los arquitectos, el Ayuntamiento debería analizar con profundidad la utilización de las zonas aledañas a los monumentos, y, en su caso, redactar una nueva normativa que aumente las limitaciones de uso y ocupación de las zonas lindantes con monumentos, edificios y espacios de interés histórico; para lo que brindó el “apoyo y colaboración” del colectivo que dirige.
“Queremos colaborar para que se adopten medidas que eviten un uso que ahora es un poco desconsiderado con nuestros monumentos”, indicó Miranda. El presidente del Colegio de Arquitectos apuntó, a modo de ejemplo, que, a su juicio, “no es adecuada” la celebración conciertos — como los de pop-rock que tuvieron lugar durante las pasadas fiestas— a los pies del Acueducto o a escasos metros de la Catedral, que emiten “un exceso de decibelios”. “Hay que evitar impactos acústicos y quizá sería más conveniente en estos espacios otro tipo de conciertos, con sonido más limitado, y buscar para esos otros, los de muchos decibelios, otros lugares alternativos”, apuntó Miranda.
Para el presidente del Colegio de Arquitectos, el “excesivo ruido” no solo es un elemento que puede suponer un impacto para los monumentos, sino que los grandes montajes que arrastran muchos espectáculos suponen un “riesgo latente” dado que “no es descabellado pensar que, por accidente, el Acueducto, por ejemplo, pueda sufrir el impacto de una grúa”.
“Son riesgos latentes que convendría evitar”, reiteró Miranda, para quien los monumentos “no solo necesitan respeto, sino que deben tener siempre una pureza visual”, algo que no es posible cuando quedan ocultos por la celebración de espectáculos en sus inmediaciones.
A su juicio, “el hecho de que, con cierta frecuencia, se celebren actuaciones a los pies del Acueducto o frente a la Catedral, atenta contra la posibilidad de contemplarles en su integridad, pueden tener valor como telón de fondo de actuaciones o conciertos, pero, en la práctica, pierden esa función (…) creo que deberíamos reflexionar todos sobre estos aspectos”, dijo.
En el caso del Acueducto, Miranda indicó que el Colegio de Arquitectos no está en contra de que se utilice la Plaza del Azoguejo o la de la Artillería para la celebración de espectáculos “pero con un marco que minimice totalmente los riesgos sobre el monumento”. Para el representante de los arquitectos, “si ahora hay una banda de respeto del Acueducto —de siete metros, repartidos a ambos lados del monumento—, quizá tengan que ser 30 o 50 metros, o utilizar ese espacio de otra manera, que estén al lado, pero no encima, como ahora”.
Asimismo, a los posibles impactos visuales o acústicos, Miranda añade el riesgo de la contaminación que genera el tráfico y que, en muchos casos, circula muy próximo a edificios históricos y monumentos protegidos. Sobre este aspecto, también indicó que, en opinión de los arquitectos, muchas calles de la ciudad, fundamentalmente en su casco histórico, “sufren un tráfico superior a su capacidad”. “Hay un problema de señalización y de falta de aparcamientos”, añadió.
Acueducto
El presidente del Colegio de Arquitectos de Segovia plantea, en primer lugar, la necesidad de elaborar un plan de alejamiento del tráfico del Acueducto, “aumentando la franja que tiene en la actualidad” hacia la zona oriental. También, a su juicio, debe revisarse la franja de seguridad en torno al monumento en la celebración de espectáculos “Por esos azares de la Ley de Murphy, una grúa, que participe en el montaje de un espectáculo, podría golpear el monumento, y sería algo terrible”, insistió. “El Acueducto no está en peligro, pero no queremos que un hecho accidental pueda causar algún daño”, indicó.
Además de proponer un plan para aumentar la franja de alejamiento del tráfico del Acueducto, los arquitectos, de acuerdo con Miranda, plantean al Ayuntamiento que elabore un estudio sobre el impacto acústico que sufren los monumentos de la ciudad; también durante la celebración de eventos en sus inmediaciones. Asimismo, piden “que se reduzcan las ocupaciones” en los entornos de los monumentos para evitar impactos visuales negativos. “Si, por ejemplo, el Acueducto está oculto tras un escenario, los turistas no pueden llevarse esa foto que tanto quieren, no es una buena propaganda para la ciudad y creo que quizá este aspecto no se valora lo suficiente”.
Miranda asegura que ha observado “actitud positiva y de colaboración” por parte del responsable de Urbanismo y del jefe de la oficina, Manuel Marcos; y confía, igualmente, según se deduce de sus palabras, en encontrar la misma sintonía en De Santos para alcanzar algún acuerdo de colaboración en este sentido.
