Los análisis de los cadáveres recuperados entre los restos del avión ruso que se estrelló el sábado pasado en el Sinaí muestran que pudo producirse una explosión en pleno vuelo, tal como han venido apuntando en los últimos días fuentes de la investigación. Un experto forense egipcio explicó que los exámenes de las heridas halladas en las víctimas del siniestro parecen confirmar la teoría de la explosión. “Un gran número de partes indican que se produjo una explosión a bordo del avión antes de que impactase contra el suelo”, afirmó el forense.
En cambio, un portavoz del Ministerio de Aviación Civil de Egipto, Mohamed Rahmi, aseguró que no existen pruebas de que el avión estallase en el aire. Sin embargo, Rahmid también confirmó que el avión no envió ninguna alerta. “Los centros de navegación no registraron ninguna comunicación del piloto pidiendo nada”, aclaró este portavoz, que prevé un “largo proceso” de investigaciones hasta averiguar las causas del siniestro.
La versión de la explosión en el aire ha resultado ser motivo de debate desde que se produjo el siniestro el pasado sábado, en la medida en que ha estado siendo esgrimida como aval de un supuesto atentado que ninguna de las pares parece contemplar. Los servicios de Defensa estadounidenses aseguraron que los satélites detectaron una fuente de calor en el momento en que se produjo la caída. De esta forma, estos datos encajarían con una posible explosión en pleno vuelo. No obstante, el departamento advirtió de que Estados Unidos no contempla la hipótesis del atentado, toda vez que podría haberse debido a la explosión de un motor, por ejemplo.
Por su parte, el responsable del Comité Intergubernamental de Aviación de Rusia, Viktor Sorochenko, también aseguró que la “desintegración” del avión se produjo en el aire, lo que explicaría que los fragmentos del aparato se distribuyeran por una “gran zona”.
Fin a las operaciones de búsqueda
Las autoridades de Egipto anunciaron el fin de las operaciones de búsqueda tras el siniestro aéreo en la península del Sinaí, resaltando que se han recuperado un total de 196 cuerpos en el lugar del suceso. El portavoz del Gobierno egipcio, Hossam Qawish, afirmó que las dos ‘cajas negras’ del avión serán analizadas durante un periodo de entre una semana y un mes.
Asimismo, rechazó las afirmaciones sobre un posible “ataque terrorista” como causa del suceso, resaltando que no se deben sacar conclusiones hasta que finalicen las investigaciones. Por último, criticó la decisión de varias aerolíneas de no sobrevolar la península hasta que se aclaren las circunstancias del siniestro.
