La dirección nacional del PP y los presidentes regionales de la formación acordaron ayer que los altos cargos en las CCAA se bajen el sueldo lo mismo que el Gobierno y dejaron claro que no apoyarán la congelación de las pensiones «de ninguna de las maneras».
Estos fueron los principales anuncios que efectuó Rajoy, reunido en Génova con el resto de su Comité de Dirección y con los barones territoriales, tanto los mandatarios autonómicos como los líderes regionales en la oposición.
Entre ellos, por primera vez en la sede madrileña desde noviembre del año pasado, el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, quien despejó algunas de las incógnitas que había sobre su futuro político, como que no tiene intención de adelantar las elecciones en la Comunidad.
Era de una las posibilidades que manejaba el mandatario desde que el Tribunal Supremo ordenara al TSJV que reabriera la investigación sobre esos supuestos trajes que le regaló la trama Gürtel.
Pero ayer Camps «dejó caer», en palabras de fuentes del PP conocedoras de la reunión, que los comicios se celebrarán en mayo de 2011, «cuando tocan», aseguró el propio presidente.
«Y en Valencia, donde las elecciones serán en mayo de 2011…», fueron las palabras del regidor.
Sobre el motivo del cónclave, el recorte presupuestario del Gobierno, Rajoy, aunque sin estar de acuerdo con las medidas, dejó claro que la reducción del gasto es necesario en las Administraciones Públicas.
Por ello, los altos cargos del PP en las CCAA se bajarán el sueldo en la misma cuantía que los ministros, mientras que en los ayuntamientos el partido buscará el acuerdo con las demás fuerzas políticas para sacar adelante este ahorro.
Rajoy señaló que «la política económica requiere un plan que comprenda todas las medidas que hay que hacer, que fije objetivos y genere certidumbre», por lo que consideró necesario llevar al Parlamento las reformas económicas y «ganarse allí la mayoría».
En referencia a las pensiones, aseguró que el PP no va a apoyar una congelación de las mismas, por lo que anunció que su formación presentará mociones en todas las comunidades exigiendo que se cumpla el Pacto de Toledo, un acuerdo que «Zapatero ha liquidado». Por esa razón, agregó que van a pedir una reunión en el Congreso.
El líder popular comentó que hay partidas en los presupuestos que se pueden recortar sin que haya que congelar las pensiones, y puso como ejemplos la reducción de 400 millones en cooperación al desarrollo o los 470 millones en la supresión de la enmiendas que el Gobierno aceptó para que le aprobaran los PGE, unas «enmiendas de campanario producto de cambalaches del Gobierno con otros grupos», manifestó.
Asimismo, el líder del principal partido de la oposición agregó que hay 292 millones para subvenciones a empresarios, a partidos políticos y sindicatos que se pueden reducir, así como otras similares en las autonomías.
Por su parte, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, aseguró que los cargos socialistas en Gobiernos, parlamentos, diputaciones o ayuntamientos se bajarán más el sueldo que el funcionario al que más se le rebaje sus retribuciones, «para dar ejemplo».
La socialista pidió un esfuerzo a sus compañeros para explicar las medidas de ajuste presentadas el pasado miércoles por Zapatero.
En este sentido, les recordó que no es el momento para pensar en las elecciones, sino en el país, y no en los electores, sino en los ciudadanos, quienes sabrán reconocer y recordar, cuando vengan tiempos mejores, «quién estuvo a la altura de las circunstancias y quién no», por lo que insistió en ese esfuerzo para explicar a los ciudadanos las medidas.
