La celebración de San Isidro tuvo ayer martes un color optimista, aunque dentro del ambiente agridulce que desde hace meses se respira en el medio rural.
Los representantes de las organizaciones agrarias y de las juntas agropecuarias coincidieron en señalar el buen aspecto que presenta la cosecha de cereal tras las lluvias de abril y la recuperación de las temperaturas, que están haciendo que las previsiones sean optimistas. No ocultaron sin embargo, su preocupación por el momento de incertidumbre que atraviesan sectores como el ganadero, o las malas perspectivas de las hortalizas. Pero fue el buen estado del cereal el que centró los comentarios entre los asistentes a la ceremonia del barrio del Cristo del Mercado, donde acudieron los miembros de la Cofradía de San Isidro Labrador, integrados en la Junta Agropecuaria Local de Segovia. Les acompañaron las autoridades municipales, como los concejales Alfonso Reguera y Jesús Rivilla. También estuvo la subdelegada del Gobierno, Pilar Sanz, con el teniente coronel de la Guardia Civil, Juan Miguel Jiménez, y el jefe de la Comisaría de Policía, Ramón Gómez.
El director general de Caja Rural de Segovia, José María Chaparro también es habitual en estos actos, como el jefe del Servicio Territorial de Agricultura de la Junta, Esteban Llorente. Sin embargo se echó de menos la presencia de funcionarios de los servicios territoriales de Medio Ambiente y de Agricultura, que otros años acuden a esta celebración que, tras la misa en la ermita y la procesión por las calles del barrio, tuvo continuidad con un refresco en la Escuela de Capacitación y Experiencias Agrarias.
Los miembros de la Cofradía de San Isidro recordaron la progresiva disminución de activos dedicados al campo. Julián García Tejero puso de relieve que de los 20 agricultores y ganaderos que se mantienen en Segovia capital, tan sólo una parte sigue en activo. Esta progresión se deja sentir también en lo que recauda la Comisión Mixta de Pastos, que permite el mantenimiento de la Cofradía, que sustituyó a la antigua Hermandad de Labradores, y que hoy se ha constituido en Junta Agropecuaria Local. A ella pertenecen seis ganaderos de ovino y cuatro de vacuno. Sobre su situación, Julián García también lamentó la pérdida de rentabilidad de sus explotaciones ante la “fuerte competencia” que representan otros países. “Exportamos a países como Líbano, pero no podemos competir con Francia, por ejemplo”, se quejaba.
Las celebraciones oficiales también tuvieron lugar en más de 50 localidades de la provincia. En El Espinar, la ceremonia llegó hasta la ermita ubicada en el polígono, con representantes de todas las cofradías. Allí la procesión se hizo por los alrededores. En Valseca, la misa la ofició el párroco Isidro Marazuela, con la actuación del coro parroquial. A su conclusión los vecinos disfrutaron del tradicional vino y tajada ofrecidos por la Junta Agropecuaria local. Lo mismo ocurrió en Valverde del Majano, donde también se bendijeron los campos en el transcurso de la procesión. Y en La Losa el refresco se dio en el centro cultural Arco Iris. En Cantimpalos el párroco José María Martínez presidió los actos religiosos. Y la procesión llevó a bendecir los campos, en esta ocasión en el paraje ‘Las Cruces’. Seguidamente se lanzaron caramelos desde los balcones del Ayuntamiento para todos los asistentes.
“Un buen cultivo no garantiza rentabilidad”.- Los dos representantes de las organizaciones profesionales agrarias que asistieron a la procesión de la capital, Eduardo Herguedas, de UCCL, y José María Llorente, de ASAJA, destacaron el buen aspecto que presenta el campo de cereal. Pero lamentaron el incremento de los costes a los que deben hacer frente los productores. Por ello resumieron afirmando que tener “un buen cultivo no garantiza su rentabilidad”. Igualmente advirtieron de que sería conveniente que lloviera en los próximos días, y expresaron su temor a que la campaña de hortalizas vaya a tener precios bajos, y también tiendan a la baja algunos sectores pecuarios.
