Después de que la izquierda abertzale se desmarcase el miércoles de los últimos ataques de kale borroka en el País Vasco, al asegurar que el rebrote del terrorismo callejero se sitúa «fuera» de su apuesta «inequívoca por un proceso democrático con la utilización de vías políticas», las reacciones no se han hecho esperar. Si unos consideran que se trata de un «paso» de cara al fin de la violencia, otros dudan de la veracidad en las palabras de los radicales.
El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, es uno de los que piensan que el comunicado supone un avance que no hay que minusvalorar, aunque, a su juicio, deberán seguir otros más «explícitos» y «valientes». En su opinión, «no se trata de despreciar» estos pronunciamientos para que «no se desanimen los que realmente entienden que esos actos están fuera de la sociedad vasca». «Por tanto -apostilló-, igual, si les animamos, se atreven a decir cosas más claras y con más rotundidad».
El socialista señaló que, aunque «les ha costado» dar este paso, «ojalá que cada vez que se produce un acto de kale borroka, lo denuncien y se distancien».
Esto ayudaría, según Elorza, a «dejar aislados» a los autores de este tipo de actos, que «cada vez se parecen más a auténticas gamberradas y que no tienen ninguna cobertura política parece ser y tampoco ningún apoyo social».
«Poco a poco esperemos ir avanzando -agregó-. El camino todavía va a ser largo y duro hasta llegar a lo que todos deseamos. Al final, sabemos que ese proceso, su inicio, depende realmente de que ETA desaparezca de nuestra vida».
En cuanto a la posibilidad de tender puentes hacia el mundo radical, consideró necesario «desarrollar iniciativas que puedan ser audaces o arriesgadas, desde la sociedad y desde el mundo político para avanzar en la regeneración moral de la sociedad vasca».
Se trata, indicó el edil donostiarra, de que la sociedad vasca está «preparada», de una manera «consensuada, social y políticamente», para que, «si un día comienza un proceso de paz», se haga desde «una actitud de compromiso generoso». Ese proceso, sin embargo, «de momento no se acaba de ver y hay que esperar», pero «es conveniente ir moviéndose» para «crear las condiciones» que permitan que «esa situación pueda llegar lo antes posible».
En el sector de los escépticos se encuentra el portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, quien opinó que la reflexión de la izquierda abertzale sobre la kale borroka es «un montaje más» para estar en las próximas elecciones y, tras asegurar que Batasuna está «cada día más en evidencia» por «su silencio y su incapacidad» para condenar la violencia, añadió que EA debería analizar esta realidad porque «no ha cambiado nada».
Barreda consideró que en el comunicado «no hay lo que tendría que haber» por parte de un partido democrático y «sobra» toda la «retórica hueca de Batasuna».
«No hay apoyo a los ciudadanos amenazados, ni condena de los hechos y, sin embargo, se han acordado de cerrar filas con los etarras o de atacar al Departamento de Interior o a los alcaldes», lamentó.
