El anuncio de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) de eliminar la presa del Molino de Mesa, situada en el río Cega, ha causado un profundo malestar entre el vecindario de Veganzones. Sus habitantes reaccionaron en el mismo momento en que llegó la notificación al Ayuntamiento la semana pasada. Algunos de ellos han iniciado una recogida de firmas con las que piden que se eche atrás en el proyecto de eliminación de la presa, al tratarse de un símbolo del pueblo y un paraje al que acuden con frecuencia y que consideran como un entorno pintoresco y perteneciente a la comunidad vecinal.
Desde el Ayuntamiento también se han puesto en marcha para presentar alegaciones, tal como ha confirmado su alcalde, Pedro Luis Cuesta, quien reconoce que el sentir es unánime entre los vecinos.
Cuesta argumenta, y así lo hará llegar a la CHD, que por las dimensiones de la presa no hay afección al cauce y que, dada su inclinación, resulta totalmente remontable para la fauna piscícola. Añade que tal como contempla la normativa, la CHD debe solicitar en el Ayuntamiento la correspondiente licencia urbanística para eliminar la presa, con el oportuno proyecto para que, en el plazo de un mes, se notifique la conformidad o disconformidad.
Los vecinos van más allá de cuestiones legales y explican que se trata de un patrimonio identitario para todo el municipio, de fuerte peso cultural y moral, donde además existió una ermita dedicada a la patrona que veneran cada mes de agosto. De acuerdo con sus explicaciones, la zona que circunda a la presa ha sido un descansadero tradicional de ganado y un lugar de esparcimiento donde todos los vecinos han acudido en los veranos a bañarse. De hecho, durante varias décadas existieron en el lugar quioscos que atendían a los numerosos bañistas que disfrutaban de este espacio.
En principio se construyó la presa como un bien privativo para el molino que aún permanece habitado y que, según explican, no consta que haya expirado la concesión, ni que se haya solicitado.
Lo que más duele a los vecinos de Veganzones y Cabezuela es que la CHD argumente en su justificación para eliminar la presa el estado de “abandono” en que se encuentra. Y recuerdan que la administración hidrográfica “nunca nos ha dejado ni a particulares ni a ayuntamientos afectados, limpiar y adecentar la zona”.
