Representantes del movimiento vecinal han trasladado el malestar de residentes y propietarios de establecimientos de la avenida de la Constitución por la ejecución de las obras de renovación de aceras denunciando problemas de accesibilidad, falta de remates con riesgo para las personas y escaso respeto a la actividad cotidiana de esta importante vía de comunicación de la ciudad.
En este sentido, la presidenta de la Asociación de Vecinos de Santa Eulalia, Esther Santos, afirma que en el tramo de acera que corresponde a este barrio, el más próximo a la plaza de la Universidad, “no es que se esté ejecutando mal, es que se está ejecutando peor” y pone como ejemplo la existencia frente al número 2 de la avenida de un espacio sin finalizar, con cableado suelto.
El concejal de Obras, Miguel Merino, reconoció a principios de este mes de agosto que, aunque las obras de renovación de aceras llevan buen ritmo, se ha producido un retraso en el suministro de báculos (columnas de alumbrado) y luminarias, por lo que, aunque la obra civil se finalice en plazo, prevé algún retraso en este mobiliario urbano de la red de alumbrado.
“Siempre estamos igual cuando se ejecuta una obra en Segovia y es que nunca se terminan bien: tarde, mal y nunca”, replica Santos, que añade que al inicio de estas obras en mayo “tuve que llamar al concejal para pedir que pusieran pasarelas” para acceder a viviendas y comercios. De hecho, asegura que el propietario de una tienda no pudo abrirla un lunes porque “encontró la puerta llena de cemento”.
Por otro lado, la responsable vecinal de Santa Eulalia, que también lo es de la otra federación de asociaciones, Fedasve, informa de que ha solicitado en la Concejalía de Tráfico, Movilidad y Transportes, a petición de los residentes, la creación de una tercera plaza para conductores con algún tipo de discapacidad. Comenta que con las obras se eliminó la existente frente al número 5 de la avenida y en la actualidad solo hay otras dos, frente a los números 18 y 20.
Por su parte, el presidente de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos, Julián M. Sancho, se hace eco de quejas recibidas desde el Cristo del Mercado, ya que otro tramo de aceras en obras de esta vía se encuentra en este barrio.
Reclama, en este sentido, que las obras que se ejecutan se lleven a cabo con seguridad y diligencia para evitar molestias innecesarias a los vecinos y afirma que lo hace “ante la ausencia de la asociación del Cristo del Mercado”. Indica “situaciones peligrosas e incómodas para los ciudadanos” con circunstancias durante esta renovación de aceras como que no se habiliten zonas de paso para viandantes, la presencia de obstáculos o que los primeros tengan que salir a la calzada para desplazarse.
Pide por todo ello vigilancia a los responsables municipales especialmente en el cumplimiento de cuestiones de seguridad. Los vecinos reclaman que se remate la obra.


Basura y ratas
La presidenta de la Asociación de Vecinos de Santa Eulalia, Esther Santos, se queja de que muchas de las reclamaciones de los residentes de este barrio que traslada a los concejales del gobierno municipal carecen de respuesta o bien reciben buenas palabras pero no buenos hechos.
Sostiene que desde el 18 de mayo ha cruzado mensajes, vía WhatsApp, con la edil de Servicios Sociales, Ana Peñalosa, para que se busque una solución al problema sanitario y social que se plantea con personas que “hurgan y buscan comida en contenedores de basura”. “El último mensaje fue el 30 de julio y todavía estoy esperando respuesta”, dice.
Indica que los vecinos han observado que no se trata de un caso puntual porque ya son varias personas las que realizan esta búsqueda de alimentos en contenedores del barrio, con situaciones derivadas como la presencia de desperdicios en la calle que, junto a altas temperaturas, además de mal olor motivan la presencia de ratas.
Llama la atención Santos también sobre el mal olor procedente de alcantarillas, sobre todo en las calles de la Plata y de Ortiz de Paz y, de nuevo, alerta de malas prácticas porque alguna persona echa comida a los gatos en la calle sin ningún control.
