En las lápidas que adornan las tumbas en las que reposan los difuntos, las familias de los finados acostumbran a dejar grabado sobre el mármol el inquebrantable deseo de mantener vivo su recuerdo. ‘Siempre tuyo’, ‘Tu familia no te olvida’, ‘Siempre con nosotros’… son algunas de las frases más usuales que pueden leerse grabadas o inscritas con letras de molde, y cobran un mayor sentido en días como Todos los Santos, donde familiares y amigos se dan cita en los cementerios para honrar la memoria de quienes dejaron este mundo en una jornada festiva dedicada al recuerdo a los seres queridos.
En Segovia, fieles a la tradición, miles de personas se dieron cita ayer en el Cementerio Municipal para cumplir con la liturgia de adecentar nichos, laudes, panteones y columbarios para dejar unas flores y una oración o un recuerdo emocionado hacia los que ya no están con nosotros.
Desde primera hora de la mañana, las galerías del cementerio se poblaban de gente, y aunque la lluvia y el mal tiempo no invitaban precisamente a salir a la calle, los segovianos desafiaban las inclemencias meteorológicas pertrechados con paraguas e impermeables para acudir a la cita anual de homenaje y recuerdo a los fallecidos. A las puertas del cementerio, los puestos de venta de flores servían como recurso para aquellos que dejaron para última hora los preparativos de adorno de las lápidas.
El incesante trasiego de personas y vehículos por las inmediaciones del cementerio obligó a la Policía Local a establecer medidas de control para el acceso, que se realizó de forma escalonada y sin causar excesivos problemas en el tráfico del entorno.
Una vez ya en el cementerio, el adecentamiento de las lápidas y la colocación de los ramos y centros florales constituyeron tarea común para la mayor parte de los visitantes. Si bien es cierto que la aglomeración de personas sólo se produce en días como Todos los Santos o en la jornada de hoy, dedicada a los Fieles Difuntos, también es cierto que destapa algunas carencias en materia de infraestructuras, como escalas para acceder a los nichos más altos.
A eso se suma el estado general del recinto, donde el barro motivado por la lluvia la preocupante situación de la techumbre de algunas galerías en las zonas más viejas no resulta la imagen más adecuada para un lugar que a lo largo del año recibe miles de visitas.
Las zonas habilitadas para la futura construcción de nichos y columbarios, y las obras de algunos módulos ya en construcción subrayan en positivo el esfuerzo municipal para optimizar los recursos ya existentes en orden a la demanda de nuevos enterramientos. La concejala de Servicios Sociales Ana Peñalosa y los concejales de Participación Ciudadana y Economía Andrés Torquemada y Jesús García Zamora visitaron ayer el cementerio para comprobar ‘in situ’ el estado de las infraestructuras, a la espera de que el próximo presupuesto municipal incluya alguna partida para avanzar en estas mejoras.
Dejando al margen las infraestructuras, los ciudadanos dejaban patente su emoción ante la tumba de sus seres queridos con oraciones y recuerdos en silencio, aunque la masiva presencia de público dificultó el recogimiento necesario para la intimidad. Como siempre, la comunidad gitana hacía gala de su reverencial respeto hacia sus familiares difuntos, y familias enteras se congregaban ante sus tumbas, profusamente adornadas con flores.
Tras una larga jornada, el objetivo de evocar el recuerdo de los difuntos se colmó con creces, y los mensajes de las lápidas volvieron a cobrar sentido un año más… incluso hay lugar para el humor, como el que hace gala una lápida en la que puede leerse la frase: “en mi vida me había pasado otra”… sic transit gloria mundi.
