El Adelantado de Segovia
jueves, 20 noviembre 2025
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN
El Adelantado de Segovia

Los tres días de Segovia a Madrid, viajando en Galera

por José María Martín Sánchez
17 de mayo de 2025
en Tribuna
JOSE MARIA MARTIN DEPORTES
Compartir en FacebookCompartir en XCompartir en WhatsApp

Luis Mester

¡Aquellos trenes de vapor!

LA UE Y EL INDULTO A PUIGDEMONT

A usted le preguntan de ‘sopetón’ y sin haber desayunado ¿qué entiende por galera acelerada? Empleando la lógica de nuestro tiempo presente buscara el móvil en el bolsillo y… no lo tendrá. Está totalmente ‘desarmado’. Para que no pase un mal momento se lo vamos a describir. Anote. Galera: ‘Carro grande de cuatro ruedas para transportar personas con cubierta o toldo de lienzo fuerte’. Mas como aquí se pretende concretar, pues la historia que contamos más abajo así lo hace, ampliamos la pregunta a la galera acelerada: ‘transporte terrestre especialmente rápido’. No me diga que se lo pongo difícil.

A lo que te voy. Entre los años 1814 y finales de ese siglo (o por ahí) se utilizó en España el transporte en galera. También, pura lógica, en Segovia. Así que, en consonancia con lo que  busqué, encontré y ‘armé’,  me dispongo a contar cómo fue aquel viaje entre Segovia capital y Madrid a bordo de una galera rápida o acelerada(¿?) (1). Conocidas así porque andaban algo más que las carretas de bueyes.

Segovia, en aquellos tiempos, no contaba con otros medios de locomoción para trasladarse a Madrid, por ejemplo. Y si la necesidad obligaba, y pese a la incomodidad que conllevaba viajar sobre ruedas sin amortiguadores y caminos polvorientos, pues… había, eso sí, personas pudientes o con autoridad –que en ningún tiempo faltaron-, que podían viajar en posta (2). Lujo al alcance de pocos, con buenos caballos de refresco y lugares de descanso ‘apetecibles’.

Bueno, pues in illo témpore había en la capital dos empresas que se dedicaban al transporte de viajeros y ‘bultos’ –sin poder definir muy bien, una vez en la galera, quiénes eran unos y otros, pues el tratamiento era idéntico-, el referido medio de transporte salía de Segovia para Madrid desde el Azoguejo en hora muy mañanera. Había mucho público para curiosear. Eran la mayoría desocupados, día sí, día también, a la espera de algún efímero trabajo. Al colectivo definido el comprar un billete les estaba ‘vedado’.

El transporte habitual que se utilizaba era el que proporcionaban  ‘los grandes y pesados carromatos, tirados por seis o siete poderosos animales y cuya misión principal era la de trasportar mercancías’. A los viajeros se les colocaba como un fardo más, eso sí, previo pago de quince pesetas y, lo más costoso, tres días de viaje de auténtico ‘martirio’, solo amenizados por las campanillas que, colgadas al cuello, llevaban los animales. Una marcha tan lenta como desesperante.

Concretando. Los viajeros se habían provisto de avituallamiento. Durante el viaje, y cuando los ocupantes lo habían consensuado, la galera ‘rápida’ ya en plena campiña, paraba por tema fisiológico y estiramiento –se intentaba colocar cada hombro, pierna, brazo…en su sitio-. Y de nuevo al tormento. Así hasta llegar a la primera parada oficial. A media tarde se detenía la galera en la Venta de Santa Lucía, camino haia San Rafael. Disponía de cuadras y algunas habitaciones, que generalmente no ocupaban los viajeros. Estos ‘preferían’ quedarse en la cocina, donde había lumbre.

Cosas del destino. En invierno frío; en verano polvo y calor. Las opciones de transporte eran entonces limitadísimas. La cena: sopas de ajo con huevo, bacalao, pollo con tomate, queso, postre y vino. Después, cada cual se buscaba su costal de paja para una cabezada. Así, hasta que con la primera luz de la mañana el mayoral tocaba diana y “¡arriba, que nos vamos!”.

Acercándose al puerto de la sierra de Guadarrama, en época invernal era necesario enganchar al tiro del carro dos parejas de bueyes más. Eran más lentos, pero más seguros. El ascenso era interminable. Superado el puerto y retirado el ‘refuerzo’, en las primeras horas de la noche se llegaba a Las Rozas. Fin de la segunda jornada. Parada y fonda con la misma rutina que en la venta anterior.

Reemprendida la etapa definitiva, la parada final se encontraba en la Cava Baja y junto a la posada de San Antonio acababa el viaje/suplicio. Los entumecidos pasajeros se despedían. Cada cual tomaba sus enseres y salían para lugares donde poder descansar después de tres jornadas de ‘baile’ constante ¡Y eso dueleee!

Algunos nombres ilustres

Describiré, que es algo así como ‘detallar el aspecto de algo por medio del lenguaje’, algunos nombres que dejaron su impronta en ésta que fue su casa. Los irán conociendo. Hoy, un ejemplo:

–Leopoldo Moreno Rodríguez. Ocupó tantos cargos en entidades de la ciudad que da la impresión de que no hubo una que no presidiera. Lean: Médico puericultor de profesión, Delegado Provincial de Medicina (1906), fundador -propietario del edificio y mantenimiento económico del mismo-, ‘La Gota de Leche’ (1913), presidente de la Cámara de Comercio (1915), del Casino de la Unión (1920), de la Diputación Provincial (1924), del Hospital de la Misericordia (1920), Jefe del Servicio Médico Provincial Infantil… el doctor Moreno fue quien certificó la muerte, por septicemia, de su amigo Daniel Zuloaga Boneta,  sucedido a las 8 horas del 27 de diciembre de 1921… licenciado en Medicina con premio extraordinario y 15 matrículas de honor (1898);  propietario de la Casa de los Picos; de la Casa Palacio de los Mansilla…Falleció el día 5 de enero de 1946.

______

(1) Datos recogidos de los descritos por Vicente Fernández Berzal (con el seudónimo J. de S. (‘Juan de Segovia’ en ‘El Adelantado’ en la serie ‘Del Segovia Viejo’). Gran periodista y poeta, y mejor persona. Fue redactor-jefe del periódico y primer presidente de la Asociación Provincial de Periodistas, Escritores y Artistas en el año 1890. Debutó en la prensa en 1883 y escribió a lo largo de 45 años. Falleció en Segovia el 14 de marzo de 1928.

(2) Conjunto de caballerías que se apostaban en los caminos cada dos o tres leguas, para que los tiros, los correos… pudiesen ser relevados. También, ‘casa o lugar donde estaban las postas’.

Compartir en Facebook122Compartir en X76Compartir en WhatsApp
El Adelantado de Segovia

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda

  • Publicidad
  • Política de cookies
  • Política de privacidad
  • KIOSKOyMÁS
  • Guía de empresas

No Result
View All Result
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda