La semana pasada, la Federación Española de Fútbol modificó su Protocolo Covid y presentó al CSD la iniciativa de que los test de detección sean semanales en Segunda B y Tercera División.
La intención de la RFEF es que los test obligatorios sean semanales, “siempre que en esa semana haya jornada o jornadas de competición” para dichas categorías no profesionales.
Asimismo aclaró que las pruebas serán cada 14 días siempre que en ese periodo haya jornada o jornadas de competición para las categorías de Primera Nacional Femenina, Segunda División B y Tercera División de Fútbol Sala, División de Honor Juvenil de Fútbol y de Fútbol Sala y Liga Nacional Juvenil, comenzando esta medida a llevarse a cabo a partir del 14 de noviembre.
A rascarse el bolsillo
Y, siendo esta medida beneficiosa para la salud de los deportistas, algo que evidentemente debe primar en unos momentos de pandemia como los que vive la sociedad, también supone un nuevo problema para los clubes, que después de vivir una reducción presupuestaria por culpa de unos ingresos que serán menores con respecto a campañas pasadas, tienen que asumir ahora los gastos de realización de unos test que se reparten de manera gratuita, pero que tienen un coste a la hora de realizarlos, puesto que debe ser un sanitario quien los lleve a cabo, e interprete los resultados.
El quebradero de cabeza no es menor para los clubes, puesto que en primer lugar deben encontrar un centro al que los jugadores deban acudir a realizarse los test, o bien contratar a un sanitario para que sea él quien se desplace a realizar los test a la plantilla. En este segundo caso, hay clubes que tienen la fortuna de contar en sus filas con profesionales de la sanidad, por lo que por ese lado tienen menos problemas.
La necesidad de contar con un profesional que realice e interprete los test eleva el presupuesto
Sin embargo, en el caso de que el club no cuente con ese sanitario en sus filas, el gasto de contratar los servicios de uno, o bien de conveniar con un centro la realización de los test, elevar el capítulo de gastos entre los 400 y los 800 euros al mes por club, como le sucede al Club Deportivo La Granja, que tendrá que preparar cerca de 5.000 euros para abonar en la realización de estos test a los jugadores.
En el caso de la Segoviana, el club está a la espera de cerrar el presupuesto para poder dejar clara la partida destinada a los test, que se supone que será mayor que la del CD La Granja, al tener que realizarlos de manera semanal tanto al conjunto de Tercera como al de Nacional Juvenil.
Siete partidos suspendidos
Estos test, junto con los que comenzaron a realizar los clubes más los que se llevan a cabo cuando alguno de los jugadores presenta síntomas, han propiciado que en las tres primeras jornadas de competición se hayan suspendido hasta siete encuentros, tres en la primera jornada, otros tres en la segunda, y uno en la tercera.
Como mal menor, todos los equipos han empezado a competir, y han jugado por lo menos un partido. Pero no cabe duda que los parones y los confinamientos han sentado mal conjuntos como el CD La Granja, que cayó en el descuento frente al Real Burgos, o la Arandina, que perdió con mucha claridad frente al Mirandés B en uno de los marcadores más sorprendentes de la jornada en la Tercera.
